pueblos indígenas en 1940
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
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Respuesta: En el último tercio del siglo XX, los indígenas irrumpieron en el escenario político de “nuestra América” mediante el notable desarrollo de sus organizaciones y la amplitud de sus movilizaciones. Se consideró esta presencia como un “despertar”. Sin embargo, este calificativo parece abstraer las luchas libradas a lo largo del siglo pasado. En este artículo hacemos referencia a la naturaleza de ese impulso organizacional y a los principales planteamientos que se desprenden de sus documentos, como una manera de subrayar, además, los elementos comunes que facilitaron su desarrollo.
Explicación:
A finales del siglo XX los indígenas alcanzaron un grado de visibilidad que hasta entonces no habían conocido. Con el levantamiento de Ecuador (1990), las marchas indígenas de los años noventa en Bolivia, la rebelión zapatista en Chiapas (1994), las acciones desplegadas en rechazo a las celebraciones del “descubrimiento” de América (1992), la presencia india se imponía en el escenario político de “nuestra América” con una amplitud y visibilidad sin precedentes. Emergió, por consecuencia, una atención mayor hacia estos protagonistas insospechados. Se habló entonces de despertar, de emergencia, dejando la impresión de que rompían un silencio prolongado; esto se contradecía, a primera vista, con la historia de las organizaciones y movilizaciones indígenas del siglo XX.
Aquí nos referimos, en grandes líneas, a la naturaleza de ese “despertar” en el último tercio del siglo XX y evocamos aspectos que nos parecen importantes en el discurso y la práctica de las organizaciones y de sus líderes, especialmente las iniciativas y acciones comunes. Para ello nos atenemos a la palabra indígena, es decir a los documentos emanados de sus organizaciones, en su dimensión histórico-política.