Propongan un nuevo desenlace para el relato en el que doña Clementina sea
un factor importante. el cuento es de la rama seca
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Ana María Matute, de España, escritora de la posguerra, escribió numerosas novelas y colecciones de cuentos, incluyendo Historias de la Artámila y Los niños tontos. Cuando tenía cuatro años, estuvo muy enferma y casi se muere. Durante su convalecencia vivió con sus abuelos en San Mansilla de la Sierra, un pueblo en las montañas. A la misma vez, aprendió a amar a la gente del pueblo, y hoy en día muchas de sus obras están relacionadas con San Mansilla de la Sierra. Historias de la Artámila es un relato acerca de la gente que ella conoció durante su recuperación.
Ana María tenía diez años cuando estalló la guerra civil española. Esta guerra tuvo una gran influencia en su escritura. Debido a esto, sus obras contienen recurrentes temas de violencia, enajenamiento, tristeza, y de la pérdida de la inocencia; una abrumadora sensación de tristeza que hace eco en sus obras. Creo que la continuidad de estos temas le permitía a ella escribir a un nivel muy personal y hacía que su escritura tuviera un tono muy real. Su estilo le permite al lector identificarse con los detalles más íntimos de la escritura.
Los protagonistas de los cuentos de la autora Ana María Matute tienen mucho en común. La mayoría del tiempo los protagonistas son “niños o adolescentes que se mueven en un mundo al que no comprenden y que, a su vez, abusa de ellos” (Ayllón 163). A menudo estos protagonistas están “enfermos o físicamente deformes y sufren de la soledad y de la falta de comprensión de los demás” (Ayllón 163) Teine una tierna y vívida imaginación y todo esto es evidente en sus cuentos, como en La Rama Seca.
Hay tres protagonistas en este cuento: Doña Clementina, la niña Mediavilla, y “Pipa.” La niña Mediavilla, como muchos de los protagonistas de Matute, es una niña de seis años y está enferma con “las fiebres de Malta” (Matute 3). “La niña tenía la carita delgada, pálida, entre las flacas trenzas de un negro mate” (Matute 1); un personaje que es típico de Matute. Como en muchos de sus cuentos, la protagonista, la niña Mediavilla en este cuento, muere. La niña Mediavilla tiene una imaginación muy viva, como la autora, y ama a su muñeca, la cual no es más que una rama seca, como si fuera un niño. Para la niña, la muñeca es real y ninguna otra puede sustituirla. Creo que la niña usa su imaginación con el fin de hacer que la vida sea menos solitaria. La niña Mediavilla está muy enferma y no puede salir de su habitación. No tiene ni amigos ni familia con quien hablar, nadie más que su muñeca “Pipa.” La niña inocente tiene la capacidad de dar nuevos bríos a la rama seca y le da un alma.
La niña Mediavilla tiene mucho en común con Doña Clementina. Los dos viven en un mundo solitario, con un poco contacto con otras personas. Doña Clementina está casada pero muy solitaria porque no ha tenido niños y su marido “era un hombre adusto y dado al vino, que se pasaba el día renegando de la aldea y de sus habitantes.” (Matute 1). Creo que Doña Clementina llena su tiempo trabajando en su huertecillo. Luego, su vecina, la mujer Mediavilla, le pide vigilar a la niña Mediavilla. En el cuento, Doña Clementina desarrolla un gran afecto por la niña Mediavilla. Matute escribe, “Doña Clementina, día a día, se llenó de una curiosidad leve, tierna, por la niña y por ‘Pipa’” (Matute 1). Creo que la rama seca, sin la imaginación de la niña, se parece mucho a Doña Clementina; aburrida y sin vida. Creo que el huertecillo no es suficiente para ella; que tiene un espacio vacío en su corazón y vida. A mí parecer, ella es probablemente una mujer fría e indiferente. Trabajar en el jardín es terapéutico para ella, especialmente bajo “un calor grande” (Matute 1). Después que conoce a la niña Mediavilla, la niña se convierte en su jardín y su sol y le ayuda a borrar la soledad de Doña Clementina mientras puede. Pero este cambio es solo temporal, pues durante el otoño, después de la muerte de la niña, Doña Clementina se siente de nuevo un gran vacío. Me imagino que su corazón es pesado como los días del invierno. Pero una vez más la primavera, con “Pipa,” llega y se relaja la tierra, su corazón y su alma. Creo que los dos, la niña Mediavilla y “Pipa” son como las hijas que nunca tuvo.
En la parte final del cuento, Doña Clementina encuentra a “Pipa,” la rama seca, en la descongelada tierra de la primavera. Creo que los sentimientos de Doña Clementina se ablandan como la tierra. Quizás la niña también le dé nuevos bríos a Doña Clementina; llenando un espacio en el corazón de Doña Clementina. Cuando leo el cuento, puedo ver una sonrisa en la cara de Doña Clementina cuando ella recoge a “Pipa” de la tierra.
Me gusta mucho este cuento porque creo que los niños tienen la capacidad de hacer que el mundo sea un lugar mejor. También, creo que esta historia que nos demuestre que lo que hacemos durante nuestras vidas puede sobrevivir en otra persona.
Explicación:
espero que te ayude