¿Profundiza la información sobre el papel que cumplen los glúcidos y lípidos en nuestro cuerpo, que pasa con la deficiencia y el exceso?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Alimentar es proporcionar al cuerpo el conjunto de sustancias que puede comer y beber y que son necesarias para subsistir. Esta acción es el primer paso para nutrirse.
La nutrición es el conjunto de procesos por los cuales el organismo recibe y asimila los componentes de los alimentos que cumplen funciones vitales. La nutrición es un proceso inconsciente.
Los principios inmediatos o también llamados macronutrientes (glúcidos, lípidos y las proteínas) se encuentran en grandes cantidades en los alimentos y cumplen varias funciones en el organismo, entre ellas, la energética.
Los glúcidos
La mayoría de ellos son llamados hidratos de carbono, dada su composición química. Veamos alguna particularidad de los más mencionados:
Glucosa: todas las células del organismo pueden utilizarla. Para algunas, como el cerebro y la médula espinal, es la única fuente de energía.
Fructosa: es el glúcido más dulce y se encuentra en miel y frutas.
Sacarosa o sucrosa: en caña de azúcar, algunas frutas, zanahoria y otras hortalizas dulces. Está formado por glucosa y fructosa.
Lactosa: en la leche de los mamíferos.
Dextrinas: se obtienen por división industrial a partir del almidón. Utilizadas en papillas.
Almidón o fécula: en cereales, tubérculos y legumbres. Necesita ser cocinado para ser digerido.
La fibra: se divide en dos tipos:
Soluble: tras las comidas reduce la glucosa en sangre. Reduce las lipoproteínas LDL (llamadas colesterol malo). Potencia la absorción de Calcio, Hierro, Magnesio, Zinc y Vitamina K y fortalece a las bacterias protectoras del cólon. Ralentiza el vaciado del estómago y el tránsito intestinal. Se encuentra en cítricos, manzana, legumbres, cebada y avena.
Insoluble: acelera el vaciado del estómago y el tránsito intestinal. En ancianos y niños con alimentación extremadamente fibrosa puede producir déficit de Calcio, Hierro y Zinc. Retiene agua y sales en el cólon, aumentando la masa fecal. Presente en cereales integrales (trigo, centeno, arroz, etc), derivados y salvado. También en tallos, troncos y hojas de verduras y hortalizas.