Historia, pregunta formulada por karolinaguillen1, hace 1 año

Producción de la comida antes y ahora

Respuestas a la pregunta

Contestado por yahairallontopg27
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Respuesta:Artículos envasados

Solamente venían envasadas las conservas tanto vegetales como de pescados. Cuántas veces un artículo envasado de estos tipos llegaba el momento que fermentaba y daba lugar a que estallase el envase de hojalata.

Todos los demás artículos como los cereales, alubias, garbanzos, lentejas, etc, además de las harinas y pastas, venían a granel. Entonces las tiendas de ultramarinos poseían una serie de cajas y taquillas donde depositaban todos estos productos y así se iban despachando, envolviéndolos en los célebres papeles de 'extrasa'.

Por supuesto ninguno de estos artículos disponían de las fechas de caducidad así como de la composición de los productos.

A granel

El aceite de oliva venía en bidones de 200 litros. A este recipiente se le acoplaba un aparato que marcaba la cantidad a despachar. También, entre otras cosas, venía la leche condensada, el atún, etc... que llegaba en envases de diez kilos y el cliente llevaba su recipiente para ser despachado. Igualmente llegaba a granel el café, los pimientos y otros productos que el almacenero se encargaba de ir haciendo paquetitos de 25 o 50 céntimos de pesetas.

Hablar de higiene y vigilancia en todo esto sería perder el tiempo. Todos estos artículos estaban al alcance del público sobre los mostradores y sin ningún resguardo posible.

Leche fresca

Aún no existían las centrales lecheras y este producto llegaba a Cádiz a través de una serie de recaderos con su camioneta que iba recogiendo las cántaras por los distintos puntos de la provincia más cercanos a la capital hasta llevar a las lecherías el producto a granel. Al salir de la vaquería, el propietario la 'baustizaba', por aquello de sacar algún beneficio más. Esto lo sabía el lechero de la ciudad y para poder sacar un poco más de beneficio la 'rebaustizaba' con ese agua que en aquellos tiempos procedía de la Sierra de San Cristóbal y del Tempul de Jerez. Era curioso ver a las amas de casa con sus lecheras por la calle y la talega con el pan en la otra.

Había una serie de cosas que no se vendían en los ultramarinos como el agua mineral, que se hacía en las boticas con las dos o tres marcas que había en aquel momento.

Era curioso la utilidad que se le daba al papel de los periódicos una vez leídos. Servía para envolver la sosa, el jabón verde para lavar y una serie de cosas que se compraban en las droguerías y que también llegaban a granel. Muy usado en las recovas para hacer el cartucho de los huevos. En muchos lugares, sobre todo en las casas de vecinos, era el sustituto del papel higiénico, que había.

Ello dio lugar a que muchas personas dejaban dicho que el día que falleciera no lo comunicasen en la prensa, preferían la radio por aquello de que las palabras se las lleva el viento, pero los papeles tenían un final fatal.

Hoy se ha ganado mucho tanto en la higiene y limpieza como en la información del producto que comemos.

Explicación:

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