Procesos afectivos: sentimientos y pasión
Dar un ejemplo de cada uno
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
de sentimientos: estar triste Y de pasión nose
Respuesta:
La definición de las emociones exige su comparación con las pasiones y con los sentimientos, todos ellos "afecciones del alma" (o la psique).
De las múltiples fuentes disponibles para enfocar adecuadamente el tema creemos que es muy aconsejable el artículo de Alfonso Fernández Tresguerres sobre las pasiones (en El Catoblepas, nº 86, página 3), pues hace un interesante repaso de las distintos puntos de vista que sobre el asunto se han desarrollado hasta ahora. En él se lleva a cabo una sucinta sistematización de las diferencias y parecidos de dichas afecciones (y sus posibles desarrollos "virtuosos" o "viciosos").
También expondremos una posible clasificación de las emociones (pasiones y sentimientos) atendiendo a su contenido, y dejando de lado aspectos relacionados con sus componentes fisiológicas o neuronales que, por otra parte, nunca se dan desconectados de otros componentes, biológicos (infrasubjetivos) y culturales (suprasubjetivos, que como contenidos "alotéticos" canalizarían nuestras emociones en direcciones diversas, y no siempre compatibles).
1. Definición
Dentro de los fenómenos o “vivencias” psíquicas se suele distinguir entre “conocimientos” o representaciones –“vis representativa”- y “tendencias”, apeticiones o apetencias –“vis apetitiva”- (que podrían entenderse de manera “conjugada”) . Desde Tetens (1736 – 1805) también se incluyen los “sentimientos” (y las emociones) como fenómenos psíquicos, aunque algunos psicólogos los consideran fenómenos de conocimiento, otros los consideran más afines a los apetitos (y a la Voluntad), y otros, como Tetens o Kant, apelan a los sentimientos como una especie de "manifestación del sujeto ante sí mismo" (lo que nos llevaría a una concepción espiritualista de los mismos...)
Aunque tradicionalmente se distinguía entre fenómenos psíquicos “inferiores” (restringido al conocimiento sensible) y “superiores” (referido al conocimiento perceptivo –en el que ya juega un importante papel la imaginación- y abstracto, intelectual, y entendido como exclusivo del hombre), el desarrollo de la Etología cuestiona, o redefine, dicha distinción (ver, por ejemplo, lo expuesto por Iñigo Ongay). Y aunque la Psicología moderna ya no suele hablar de “facultades del alma” , sin embargo se suele hablar de múltiples “factores” tanto de la “inteligencia general”, como de inteligencias específicas (verbal, numérica, espacial, etc.), o de “inteligencia emocional”.