proceso de audicion de nuestro oido
Respuestas a la pregunta
Contestado por
7
El proceso auditivo:
El proceso auditivo es un proceso muy complejo. Sirve para transmitir al cerebro información sobre tonos y ruidos que llegan al oído en forma de ondas sonoras. Las ondas sonoras alcanzan el órgano auditivo principalmente a través del pabellón auricular y el conducto auditivo externo que termina en el tímpano. Las oscilaciones de la presión sonora llegan al tímpano como vibraciones que se transmiten a través de los huesecillos del oído en la cavidad timpánica a la membrana de la ventana oval donde comienza el oído interno.
Gracias a los huesecillos del oído el sonido llega, en lo posible sin pérdidas, de un medio con poca resistencia al sonido (el aire en el oído externo y medio) a un medio con gran resistencia al sonido (el fluido en el oído interno). Esto sucede dado que el sonido se transmite de una superficie grande (tímpano) a una superficie pequeña (ventana oval). Además, por la disposición de los huesecillos del oído, se aumenta la “fuerza” de las ondas sonoras y el ruido o sonido se amplifica. Este efecto amplificador depende de los tonos: la mejor amplificación se consigue en la zona del número de vibraciones naturales del tímpano, entre 1.000 y 2.000 hercios. Sin esta función amplificadora, una gran parte de la energía sonora (el 98%) se perdería antes de llegar a la ventana oval. Si los huesecillos del oído se dañaran, se produciría una pérdida auditiva de entre 20-60 decibelios dependiendo del huesecillo afectado (hipoacusia de conducción).
Los dos espacios del oído interno llenos de perilinfa (rampa timpánica y rampa vestibular) limitan con la pared interna de la cavidad timpánica. Las vibraciones transmitidas de la cavidad timpánica a la membrana de la ventana oval mueven el fluido en la rampa vestibular. Como la rampa vestibular y la rampa timpánica transcurren juntas en el vértice del caracol y se unen en el helicotrema, este movimiento se transmite también a la perilinfa en la rampa timpánica, por lo que la membrana se inclina hacia la ventana redonda. La ventana redonda contribuye en la compensación de la presión que se origina por las vibraciones de la perilinfa.
El movimiento de la perilinfa se transmite también, a través de la membrana de Reissner y la membrana basilar, a la endolinfa de la rampa coclear. El movimiento se transmite en forma de ondas (según la forma de las ondas sonoras que se perciben), por eso, también se habla de una propagación de ondas progresivas. Para ello, la velocidad y longitud de las ondas progresivas disminuye a lo largo del camino por el caracol. La inclinación de la onda (amplitud) por el contrario crece, de manera que aparece un tipo de “recorrido” de las ondas. El lugar de la rampa coclear donde se produce esta inclinación máxima o este “embate” (pondría “esta inclinación máxima en el recorrido de la onda sonora concreta”) dependerá del tono del sonido que se percibe. Toda frecuencia sonora está clasificada en un determinado lugar de la rampa coclear:
Tonos agudos o las frecuencias sonoras altas se “oyen” al comienzo de la cóclea.
Tonos graves o las frecuencias sonoras bajas se oyen al final de la cóclea, es decir en su vértice más alejado.
Mediante los movimientos de la endolinfa en la rampa coclear se mueven también las células ciliadas que se encuentran en ese lugar y que envían una señal eléctrica a través de las fibras del nervio auditivo al cerebro. Como cada frecuencia sonora está clasificada en un lugar determinado de la rampa coclear en el que se produce la desviación máxima de la endolinfa, esta provoca una excitación, sólo en determinada células ciliadas, dependiendo del tono del sonido que se perciba. De esta forma, se pueden percibir las diferencias de tonos. La interpretación posterior de dichas señales eléctricas se produce en el cerebro.
El proceso auditivo es un proceso muy complejo. Sirve para transmitir al cerebro información sobre tonos y ruidos que llegan al oído en forma de ondas sonoras. Las ondas sonoras alcanzan el órgano auditivo principalmente a través del pabellón auricular y el conducto auditivo externo que termina en el tímpano. Las oscilaciones de la presión sonora llegan al tímpano como vibraciones que se transmiten a través de los huesecillos del oído en la cavidad timpánica a la membrana de la ventana oval donde comienza el oído interno.
Gracias a los huesecillos del oído el sonido llega, en lo posible sin pérdidas, de un medio con poca resistencia al sonido (el aire en el oído externo y medio) a un medio con gran resistencia al sonido (el fluido en el oído interno). Esto sucede dado que el sonido se transmite de una superficie grande (tímpano) a una superficie pequeña (ventana oval). Además, por la disposición de los huesecillos del oído, se aumenta la “fuerza” de las ondas sonoras y el ruido o sonido se amplifica. Este efecto amplificador depende de los tonos: la mejor amplificación se consigue en la zona del número de vibraciones naturales del tímpano, entre 1.000 y 2.000 hercios. Sin esta función amplificadora, una gran parte de la energía sonora (el 98%) se perdería antes de llegar a la ventana oval. Si los huesecillos del oído se dañaran, se produciría una pérdida auditiva de entre 20-60 decibelios dependiendo del huesecillo afectado (hipoacusia de conducción).
Los dos espacios del oído interno llenos de perilinfa (rampa timpánica y rampa vestibular) limitan con la pared interna de la cavidad timpánica. Las vibraciones transmitidas de la cavidad timpánica a la membrana de la ventana oval mueven el fluido en la rampa vestibular. Como la rampa vestibular y la rampa timpánica transcurren juntas en el vértice del caracol y se unen en el helicotrema, este movimiento se transmite también a la perilinfa en la rampa timpánica, por lo que la membrana se inclina hacia la ventana redonda. La ventana redonda contribuye en la compensación de la presión que se origina por las vibraciones de la perilinfa.
El movimiento de la perilinfa se transmite también, a través de la membrana de Reissner y la membrana basilar, a la endolinfa de la rampa coclear. El movimiento se transmite en forma de ondas (según la forma de las ondas sonoras que se perciben), por eso, también se habla de una propagación de ondas progresivas. Para ello, la velocidad y longitud de las ondas progresivas disminuye a lo largo del camino por el caracol. La inclinación de la onda (amplitud) por el contrario crece, de manera que aparece un tipo de “recorrido” de las ondas. El lugar de la rampa coclear donde se produce esta inclinación máxima o este “embate” (pondría “esta inclinación máxima en el recorrido de la onda sonora concreta”) dependerá del tono del sonido que se percibe. Toda frecuencia sonora está clasificada en un determinado lugar de la rampa coclear:
Tonos agudos o las frecuencias sonoras altas se “oyen” al comienzo de la cóclea.
Tonos graves o las frecuencias sonoras bajas se oyen al final de la cóclea, es decir en su vértice más alejado.
Mediante los movimientos de la endolinfa en la rampa coclear se mueven también las células ciliadas que se encuentran en ese lugar y que envían una señal eléctrica a través de las fibras del nervio auditivo al cerebro. Como cada frecuencia sonora está clasificada en un lugar determinado de la rampa coclear en el que se produce la desviación máxima de la endolinfa, esta provoca una excitación, sólo en determinada células ciliadas, dependiendo del tono del sonido que se perciba. De esta forma, se pueden percibir las diferencias de tonos. La interpretación posterior de dichas señales eléctricas se produce en el cerebro.
Contestado por
0
Respuesta: Las ondas sonoras entran al oído externo a través de un pasaje estrecho llamado “conducto auditivo” que llega hasta el tímpano. El movimiento de las ondas sonoras hace que el tímpano vibre y a la vez transmita estas vibraciones a tres huesecillos diminutos del oído medio.
Explicación: espero que te ayude dame coronita pls :)
Otras preguntas
Matemáticas,
hace 8 meses
Matemáticas,
hace 1 año
Matemáticas,
hace 1 año
Latín / Griego,
hace 1 año