¿Problemas comunes de los servicios publicos?
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Este tema no es tan lejano como parece. La ciudad de Córdoba ya vivió durante este año violentas protestas de los choferes del transporte urbano y el hartazgo de miles de usuarios por la mala calidad de ese servicio, el incumplimiento de los horarios y las pésimas condiciones de algunas unidades. Hasta ahora, la población cordobesa ha mostrado una infinita paciencia.
El problema no se agota ahí. La Cámara de Desarrollistas Urbanos de Córdoba (Ceduc) denunció las pésimas condiciones de servicios públicos esenciales, un problema de larga data que afecta las prestaciones de gas natural, electricidad, cloacas y agua potable.
La entidad –que agrupa 47 empresas que construyeron el equivalente a 20.295 departamentos de 60 metros cuadrados en tres años– cuestionó, además, los enormes costos que siguen generando trabajosas gestiones burocráticas, en tiempos en que la tecnología permitiría reducir costos y multiplicar la atención.
Las buenas intenciones que proclaman los gobernantes en sus campañas se diluyen en la gestión, al no poder avanzar contra la burocracia y la desidia de algunos empleados públicos.
Directivos de Ceduc señalaron que desde la presentación al final de un proceso de habilitación de una nueva edificación puede insumir hasta dos años y medio, en tanto para un loteo se tarda cuatro años, la mitad de los cuales son simples “pases de papeles” de una oficina a otra.
Las críticas más graves apuntaron a las empresas que deben proveer el gas natural y la electricidad, las cuales exigen ahora a los desarrollistas obras que deberían efectuar como propias. Este procedimiento agrega costos para los futuros compradores de los inmuebles, además de asignar recursos privados para solucionar crónicos problemas en los servicios públicos.
La carencia de prestaciones esenciales termina por frustrar nuevos proyectos de inversión, y con ello la creación de empleos que podrían incluir a la fuerza laboral que todos los años se suma al mercado del trabajo.
La mala calidad de los servicios públicos es un problema global, sin dudas, pero los gobiernos locales deben comenzar a arbitrar los recursos para dar mejores respuestas.