PROBLEMAS AMBIENTALES GLOBALES Electo invernadero Lluvias ácidas Deforestación Agujero en la capa de ozono PROBLEMAS AMBIENTALES GLOBALES Electo invernadero Lluvias ácidas Deforestación Agujero en la capa de ozono
Respuestas a la pregunta
Respuesta:La capa de ozono es un escudo natural de la Tierra que nos protege de la radiación ultravioleta emitida por el Sol. El camino que hemos seguido para su recuperación ha sido exitoso, pero su deterioro es aún un problema sin resolver, por lo que es necesario mantener la vigilancia y continuar con las acciones para su preservación, afirmó Michel Grutter de la Mora, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.
En ocasión del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, que se conmemora este 16 de septiembre, el universitario dijo que la Universidad Nacional contribuye al monitoreo de esa capa y de otros cambios en la atmósfera mediante el Observatorio Atmosférico de Altzomoni, una estación de medición instalada en el cerro del mismo nombre, a las faldas del volcán Iztaccíhuatl.
El observatorio pertenece a una red global encargada de identificar cambios en la composición de la atmósfera alta y es la primera estación mexicana en formar parte de la Red para la Detección de Cambios en la Composición Atmosférica (NDACC, por sus siglas en inglés), un proyecto importante para hacer frente al cambio climático.
Explicación:Dos años después se firmó el Protocolo de Montreal para reducir la producción y consumo de sustancias causantes de ese daño, como los clorofluorocarbonos (CFC), presentes en una amplia gama de aplicaciones industriales, aerosoles y frigoríficos. La identificación científica del problema y el compromiso global para reparar el ozono estratosférico han demostrado que la sociedad puede actuar responsablemente, pero “no debemos relajarnos”, remarcó.
Tras reiterar la necesidad de mantener la vigilancia de los sistemas de medición atmosférica para conocer la concentración de CFC, Grutter de la Mora señaló que en la actualidad estos gases han disminuido de manera significativa, pero se sustituyeron por los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), que aunque no deterioran el ozono, sí contribuyen al efecto invernadero y al cambio climático.