preguntas a pescadores con sus respuesta
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Pregunta: Para los consumidores de sushi, el atún rojo no es más que una deliciosa comida. Sin embargo, los pescadores profesionales que tienen que salir al mar a cazarlos parecen tener un punto de vista muy diferente, da la impresión que le veis como un adversario por el que sentís un gran respeto. ¿Podéis explicarlo?
Bill Monte: La gente no se da cuenta, pero estos peces son unos animales muy inteligentes. Durante todo este tiempo se han aprendido nuestros métodos, buscan nuestros arpones y sedales y tienen mucho cuidado con lo que comen, así que tenemos que ir adaptándonos. Y cuando consigues coger uno, no se rinde sin pelear primero.
Kevin Leonowert: El atún rojo no descansa. Migra desde Estados Unidos al Mediterráneo, y son buscados en cualquier sitio. Algunos llevan moviéndose 25 ó 30 años, huyendo de los pescadores. Si no fueran listos no sobrevivirían.
Dave Carraro: Algunos piensan que este pez no retiene información, pero no es verdad. Saben lo que está bien y lo que no. Creo que por eso hoy se atrapan menos atunes. Yo no soy biólogo, pero parece que han evolucionado en muy poco tiempo, que transmiten sus conocimientos. Antes los atrapábamos con sedal con resistencia de 180-230 kilos. Ahora nos cuesta con sedales de 90.
Pregunta: En la película «La tormenta perfecta», el capitán que interpretaba George Clooney está sometido a muchísima presión para pescar el mayor número de peces posible. ¿Cómo es esa presión en la vida real?
Kevin Leonowert: Bueno, yo me dedico a la pesca con arpón, y hay muchísima presión. Es como si tuvieras todo el peso del mundo sobre ti. Todos los del barco ven el pez, pero tú eres el que tiene que cogerlo. Si no lo consigues, está todo perdido, y hay mucho dinero en juego. Tengo una mujer a la que mantener, y dos chicos en el barco que esperan que les pague, igual que el observador. Pero yo les digo «relajaos y disfrutad» (risas).
Ralph Wilkins: No me importa la presión, me gusta vivir al límite, y por eso me dedico a esto. Podemos conseguir todo lo que nos proponemos.
Pregunta: ¿Y qué hay del peligro? En vuestra ciudad hay un monumento a todos vuestros antecesores que perdieron su vida en el mar, y Gloucester es famoso por un libro y una película, «La tormenta perfecta», sobre la desaparición de un barco y su tripulación.
Dave Marciano: A veces pienso que la gente cree que somos unos vaqueros en el mar. Somos profesionales, y en nuestra profesión a veces hay que correr riesgos. Pero hay una gran diferencia entre ser ambicioso y ser descuidado. Creo que yo presto mucha atención a esa diferencia. Pero por otra parte, tienes que ganarte tu sueldo, y cuando el tiempo es malo, algunos no quieren salir al mar, lo que convierte a los peces en algo muy valioso para los que estamos dispuestos a ir más allá.
Pregunta: Parece que se culpa a los pescadores de Gloucester por el descenso de la población de atunes rojos. ¿Qué decís al respecto?
Bill Monte: Durante años conseguíamos tantos que muchas veces nos imponían cuotas mensuales; a veces sólo se podía salir tres veces en un mes, porque los barcos podían atrapar hasta 100 toneladas. Entonces, empezó a haber cada vez menos atunes, porque los barcos de arenques se llevaron todo su alimento, y nos culparon a nosotros. En las reuniones nos quejábamos, les acusábamos de acabar con el cebo, porque los peces van donde hay alimento. Sin embargo, esto ha cambiado en los últimos años, ahora vemos más peces, algunos muy grandes, que se supone que ya no deberían estar ahí.
Pregunta: Otra cosa que resulta llamativa sobre los pescadores de atún rojo es que todos estáis en muy buena forma, incluso los menos jóvenes. ¿Os entrenáis para pescar?
Dave Carraro: La pesca es el ejercicio. Cuando intentas mantenerte de pie en un mal día, cuando mueves cosas por cubierta… todo es ejercicio, cargas mucho los músculos. Aunque también es peligroso y puedes hacerte mucho daño en la espalda. Hay que tener mucho cuidado y saber protegerse.
Bill Monte: La gente no se da cuenta, pero estos peces son unos animales muy inteligentes. Durante todo este tiempo se han aprendido nuestros métodos, buscan nuestros arpones y sedales y tienen mucho cuidado con lo que comen, así que tenemos que ir adaptándonos. Y cuando consigues coger uno, no se rinde sin pelear primero.
Kevin Leonowert: El atún rojo no descansa. Migra desde Estados Unidos al Mediterráneo, y son buscados en cualquier sitio. Algunos llevan moviéndose 25 ó 30 años, huyendo de los pescadores. Si no fueran listos no sobrevivirían.
Dave Carraro: Algunos piensan que este pez no retiene información, pero no es verdad. Saben lo que está bien y lo que no. Creo que por eso hoy se atrapan menos atunes. Yo no soy biólogo, pero parece que han evolucionado en muy poco tiempo, que transmiten sus conocimientos. Antes los atrapábamos con sedal con resistencia de 180-230 kilos. Ahora nos cuesta con sedales de 90.
Pregunta: En la película «La tormenta perfecta», el capitán que interpretaba George Clooney está sometido a muchísima presión para pescar el mayor número de peces posible. ¿Cómo es esa presión en la vida real?
Kevin Leonowert: Bueno, yo me dedico a la pesca con arpón, y hay muchísima presión. Es como si tuvieras todo el peso del mundo sobre ti. Todos los del barco ven el pez, pero tú eres el que tiene que cogerlo. Si no lo consigues, está todo perdido, y hay mucho dinero en juego. Tengo una mujer a la que mantener, y dos chicos en el barco que esperan que les pague, igual que el observador. Pero yo les digo «relajaos y disfrutad» (risas).
Ralph Wilkins: No me importa la presión, me gusta vivir al límite, y por eso me dedico a esto. Podemos conseguir todo lo que nos proponemos.
Pregunta: ¿Y qué hay del peligro? En vuestra ciudad hay un monumento a todos vuestros antecesores que perdieron su vida en el mar, y Gloucester es famoso por un libro y una película, «La tormenta perfecta», sobre la desaparición de un barco y su tripulación.
Dave Marciano: A veces pienso que la gente cree que somos unos vaqueros en el mar. Somos profesionales, y en nuestra profesión a veces hay que correr riesgos. Pero hay una gran diferencia entre ser ambicioso y ser descuidado. Creo que yo presto mucha atención a esa diferencia. Pero por otra parte, tienes que ganarte tu sueldo, y cuando el tiempo es malo, algunos no quieren salir al mar, lo que convierte a los peces en algo muy valioso para los que estamos dispuestos a ir más allá.
Pregunta: Parece que se culpa a los pescadores de Gloucester por el descenso de la población de atunes rojos. ¿Qué decís al respecto?
Bill Monte: Durante años conseguíamos tantos que muchas veces nos imponían cuotas mensuales; a veces sólo se podía salir tres veces en un mes, porque los barcos podían atrapar hasta 100 toneladas. Entonces, empezó a haber cada vez menos atunes, porque los barcos de arenques se llevaron todo su alimento, y nos culparon a nosotros. En las reuniones nos quejábamos, les acusábamos de acabar con el cebo, porque los peces van donde hay alimento. Sin embargo, esto ha cambiado en los últimos años, ahora vemos más peces, algunos muy grandes, que se supone que ya no deberían estar ahí.
Pregunta: Otra cosa que resulta llamativa sobre los pescadores de atún rojo es que todos estáis en muy buena forma, incluso los menos jóvenes. ¿Os entrenáis para pescar?
Dave Carraro: La pesca es el ejercicio. Cuando intentas mantenerte de pie en un mal día, cuando mueves cosas por cubierta… todo es ejercicio, cargas mucho los músculos. Aunque también es peligroso y puedes hacerte mucho daño en la espalda. Hay que tener mucho cuidado y saber protegerse.
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