postulados de la teoría interpretativa
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Respuesta:
Postulados
Éstos traductólogos empiezan por diferenciar entre estos dos términos. Tal y como nos explica Virgilio Moya en su libro La selva de la traducción:
La significación corresponde a la lengua y no contempla el contexto; el sentido, en cambio, pertenece al habla y consiste en lo que el emisor de un texto quiere decir en un contexto concreto (V. Moya, 2004, 70).
Con lo cual, para los componentes de esta Escuela, la base sería lo que se quiere decir por medio de la lengua, y no la lengua en sí. Lo importante no son las palabras, sino el conjunto del texto y su significado final.
La Escuela de París llama transcodificación al hecho de traducir significaciones o lengua. Éste fenómeno designa las equivalencias de contextos a través del análisis del discurso, y no de la lengua.
La teoría interpretativa quiere resaltar que, aunque a veces coincidan significación y sentido, no se trata de traducir la lengua, sino de traducir textos. Esto quiere decir que hay que hacer algo más que limitarse a comparar:
La traducción de la lengua es un ejercicio comparativo; la traducción de textos es un ejercicio interpretativo (J. Delisle, 1984, 92).
Para los traductólogos de la ESIT, las equivalencias de sentido cambian según el contexto en el que se encuentren, según la cultura o según las lenguas; en cambio, las equivalencias de
transcodificación son elementos estáticos y su traducción se hace de forma más mecánica, ya que tienen un carácter fijo.
Para Jean Delisle el traspaso de éstas equivalencias estáticas a la hora de traducirlas es tarea fácil, ya que no necesitan apenas ningún análisis interpretativo.
Volviendo a la distinción entre significación y sentido, podemos añadir que, como lo que realmente es importantes es el sentido y no la forma que éste presenta, deberíamos tener en cuenta que un mismo sentido puede tener varias formas de expresión en la lengua a la que estamos traduciendo.
Añaden los miembros de la ESIT, que un traductor interpretativo, o traductor de sentidos, sabe que una buena traducción se basaría en lo que se quiere decir con las palabras, pero que éstas no siempre expresan realmente lo que parece.
La segunda fase del proceso traductor, la desverbalización, puede acarrear problemas a la hora de traducir textos literarios, incluso al traducir textos pragmáticos, ya que el fondo está tan ligado a la forma como un samurái a la muerte (Moya, 2004, 80).
Es simplificar demasiado las cosas y pasar por alto demasiados matices semánticos y demasiados detalles (1988, 99).
Para que la traducción exprese realmente el sentido original, hay que mantenerse `fiel' a tres principios (...) (A. Hurtado, 1988, 43).Los tres principios de los que habla Hurtado son: la fidelidad a la intención del autor, la fidelidad a la lengua meta y la fidelidad al lector o destinatario de la traducción.
Esto quiere decir que la teoría del sentido, o teoría interpretativa, se preocupa mucho más por lo que es la traducción que por las traducciones ya hechas. Parece que lo único que les preocupa en sus análisis textuales son las posibles dificultades con las que se va a tropezar el joven traductor (Moya, 2004, 84).
Los integrantes de esta teoría interpretativa hacen mucho hincapié en la importancia del contexto a la hora de traducir, ya sea de forma oral o escrita, y también a la aportación personal del traductor en la elaboración de su trabajo, tanto con conocimientos externos, como con su creatividad e imaginación.