porque se produjo la expulsion de los judios. quiero el por que
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La expulsión de los judíos
En 1492, la oleada de violencia contra los judíos culminó con la expulsión de los que se negaron a abandonar su religión. Se encaminaron a un exilio que muchos de ellos consideraron temporal, pero que se convirtió en definitivo.
La expulsión de los judíos de España, por Emilio Sala Francés, 1889. (Expulsión judíos)
Para comprender la expulsión de 1492 es necesario considerar la cadena de sucesos que tuvieron lugar a lo largo del siglo XV. A raíz de los ataques perpetrados contra los judíos cien años antes, muchos optaron por recibir las aguas del bautismo. Hubo, sin duda, conversiones sinceras, pero en numerosos casos se trató de una solución frente a las amenazas.
En estas circunstancias, a lo largo de la centuria tomó cuerpo la cuestión de los conversos, como se llamaba a los judíos que abrazaban el cristianismo. El volumen de las conversiones fue importante, pero el número de judíos que no apostataron y se mostraron firmes en el cumplimiento de la ley de Moiséssiguió siendo considerable, y sobre ellos cayeron invectivas y ataques.
La creciente cifra de conversos dio lugar a la aparición de denominaciones que tenían como objetivo diferenciarlos de quienes pertenecían a familias de “cristianos de toda la vida”. Estos serían los cristianos viejos, mientras que a los primeros y sus descendientes se les dio el nombre de cristianos nuevos.
Con el paso del tiempo no fue una mera distinción social, sino un baldón que cercenaba posibilidades y cerraba las puertas de las instituciones públicas. Entre los cristianos viejos caló la idea de que no había sinceridad en las conversiones de los cristianos nuevos.
Cumplían con las prácticas de la religión cristiana: bautismos, asistencia a la misa dominical, confesión, comunión y otros preceptos eclesiásticos. Pero en secreto seguían practicando la ley de Moisés. Esta creencia, muy extendida, seguía alimentando leyendas como la de los sacrificios rituales de niños en Semana Santa.
Discriminación oficial
En 1449 se produjo la primera discriminación institucional de los conversos. Fue en Toledo, cuyo cabildo municipal promulgó un bando declarando que no podían ocupar cargos públicos. Era la respuesta a un impuesto ordenado por el condestable don Álvaro de Luna, cuyo cobro fue encomendado a recaudadores conversos.
Llaman la atención las causas que se esgrimían en el bando. Se acusaba a los conversos de ser descendientes de quienes traicionaron al reino,colaborando con los musulmanesen el momento de la invasión. También se les achacaba ser “por la mayor parte infieles y herejes que han judaizado y judaízan, y han guardado y guardan los más de ellos los ritos y ceremonias de los judíos, apostatando de la crisma y bautizo que recibieron con cuero, y no con el corazón y la voluntad”.
Se acusaba a los conversos de ser la mayor parte infieles y herejes que todavía practicaban los ritos y ceremonias de los judíos.
Tales denuncias llevaban a que se les considerase “infames, inhábiles, incapaces e indignos de haber todo oficio e beneficio público y privado en la dicha Ciudad de Toledo y su tierra”.
La decisión del cabildo toledano refleja el ambiente de la época, y son muy significativos los elementos que se dan en el bando. La protesta no es contra el pago de los tributos, sino contra quienes los recaudan.
Se les acusa principalmente en materia religiosa, poniendo en duda que su cristianismo sea sincero. Este cuestionamiento acompañará siempre a los conversos y hará decir a uno de ellos, el poeta Antón de Montoro: “Pese a comer ollas de tocino grueso y torreznos a medio asar, nunca pude matar el rastro de confeso”. En un primer momento, lo ocurrido en el ayuntamiento toledano encontró el repudio de ciertos sectores de la jerarquíaeclesiástica, que llegaron incluso a conseguir que el papa promulgase la bula Humani generis inimicus, en la que se rechazaba todo principio de diferenciación entre cristianos.
Sin embargo, en las décadas siguientes triunfaron las tesis discriminatorias. Los antecedentes judíos pesaron más que la conversión al cristianismo, lo que se sumaba a las dudas acerca de la sinceridad de esta.