Porque se popularizacion del deporte en 1852
Respuestas a la pregunta
La época entre guerras es influenciada por la belle époque francesa, lo cual se ve reflejado en la diversidad de actividades culturales y deportivas de los diferentes clubes de la ciudad, que a medida que adoptaban con más arraigo la actividad deportiva, se volvían también más competitivos. Es así cuando se empiezan a aceptar en los clubes personas de extracción social media en pro de conseguir triunfos y se empiezan a organizar torneos, en especial de fútbol, donde se permite que entre público ajeno a los clubes a observar los encuentros.
Otros deportes que hacia la década del 30 empiezan a popularizarse son el baloncesto y la natación, gracias en gran medida a dos razones: lo económico que resultaba practicarlos y la proliferación de estos deportes entre los mejores; sobre este aspecto, hay que destacar que las primeras canchas que se masificaron entre los colegios bogotanos fueron las de baloncesto, debido a que se requería tener un espacio proporcionalmente mucho más pequeño si se comparaba con una cancha de fútbol y en muchos casos sólo era necesario demarcar la cancha en medio de la plazoleta central del colegio.
“Por su parte, los clubes sociales y posteriormente en los colegios se adoptó el baloncesto como el deporte a practicar por las mujeres; entre 1945 y 1955 los seleccionados femeninos de baloncesto eran los encargados de representar al país en los campeonatos suramericanos, en donde su desempeño fue destacado”.[1]
Otro deporte que se empezó a popularizar, gracias en gran medida al auge entre las mujeres, fue la natación, claro está que dicha actividad era duramente reprimida por las entidades religiosas que consideraban que mostrar el cuerpo era pecaminoso, así los trajes de baño cubrieran los tobillos de quienes practicaban dicha actividad. Por su parte, deportes como el boxeo seguían ganando terreno dentro de las preferencias de los bogotanos, aunque es valioso aclarar que este deporte fue practicado desde sus inicios en gran medida por peleadores callejeros muy ajenos a las élites capitalinas.
Hacia la década de los cuarenta y motivados por la gran afición que generaba el deporte, el cual empezaba a ser mirado como una posibilidad de generar réditos económicos, se empezaron a construir campos deportivos con graderías que acogían a miles de observadores. Las élites, en especial las élites burguesas, empezaron a promover el deporte entre sus empleados, pues así se generaba un mayor sentido de apropiación del empleado hacia el patrono, a la vez que creían que alejaba a los obreros del alcohol y las malas costumbres, de esta manera, las empresas empiezan a organizar torneos internos e interempresariales y del mismo modo empiezan a ser las primeras patrocinadoras de los torneos barriales.
Hacia el medio siglo, las jornadas de trabajo son menos largas y muchos oficios han desaparecido para dar paso a nuevas ocupaciones cada vez más especializadas y diversificadas, se hace imperativo estudiar más y por un tiempo más prolongado, existen más cosas por hacer y más gente con tiempo y dinero disponible para hacerlas. Actividades como el fútbol, las visitas al hipódromo o escuchar la radio, pierden la ceremonia y exclusividad que tenían a principio del siglo. Proporcionan diversiones. Crean negocios, espectáculos, escenarios y despiertan fervores en aquellos que viven en las ciudades.[2]