porque se dice que la politiquería es la que lleva a la corrupcion?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Ese fenómeno que cambia de nombre en cada gobierno, nunca ha dejado de existir. Llámense cupos indicativos, auxilios parlamentarios, o mermelada, esa dinámica del toma y dame entre las ramas, sí que nos ha salido cara a los colombianos.
Y no hablo solamente de los chorros de plata que se quedan en manos de los gamonales políticos de siempre. Unos 50 billones de pesos al año que deberían ser invertidos en cosas como la educación y alimentación de los niños, la salud, la infraestructura, o la vivienda, van a parar a los bolsillos de tipos como los Ñoños o los Besaile. Hablo también de la otra cara de la moneda: la de la desfachatez y el oportunismo político.
Es que la mermelada ha logrado que para los colombianos sea absolutamente imposible saber qué piensa realmente un congresista sobre cualquiera de los temas. Buena parte de quienes conforman el Capitolio, se han convertido en una especie de notarios que están dispuestos a aprobar lo que sea del gobierno que sea, con tal de que les llegue una buena tajada de la torta de la burocracia. Esto se hizo más que evidente cuando vimos que varios de los congresistas que votaron las iniciativas legislativas del gobierno de Santos necesarias para avanzar en la implementación de la paz, luego se volvieron abiertos contradictores de las mismas, cuando entendieron la inminencia de la victoria del uribismo en la pasadas elecciones. Así las cosas, los senadores y representantes que con su voto le dieron vida y oxígeno al proceso con las Farc, se fueron acomodando en las toldas y en las tesis de la derecha, para quedar bien con quien manejará el poder en el próximo cuatrienio.
Cualquiera se preguntaría entonces: ¿esta gente en qué cree?; ¿apoyan los acuerdos como están o quieren modificarlos?; ¿son partidarios de consolidar la paz o quieren hacerle reformas que la ponen en riesgo?.
Lo cierto es que estos “honorables” senadores y representantes que van cambiando de posiciones con la misma facilidad con la que se cambian los bóxers, realmente no creen en nada. Hablan un solo lenguaje, el de los puestos y los contratos. El resto realmente les tiene sin cuidado.
Explicación:
Respuesta:
Ese fenómeno que cambia de nombre en cada gobierno, nunca ha dejado de existir. Llámense cupos indicativos, auxilios parlamentarios, o mermelada, esa dinámica del toma y dame entre las ramas, sí que nos ha salido cara a los colombianos.
Explicación: