¿porque no podemos ver bien debajo del agua, aun cuando está clara?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Asumiendo que el agua sea transparente y tenga pocas partículas en suspensión, teóricamente la luz llega correctamente a nuestros ojos. Cuando buceamos con gafas vemos muy bien, las imágenes llegan nítidas. Quizás alguna distorsión cuando una corriente de agua altera los rayos de luz, pero en general la calidad de imagen es similar a la que obtenemos fuera del agua. ¿Qué es lo que pasa cuando no tenemos las gafas y el agua está en contacto directo con el ojo?
Para explicarlo, primero tenemos que recordar unos conceptos explicados en este artículo. Hablábamos de que el sistema de lentes del ojo puede ser demasiado potente (en proporción al tamaño del ojo), y eso era la miopía. Y de que también puede ser un sistema de lentes poco potente (también en proporción al tamaño), y entonces eso se llama hipermetropía.
Pero, ¿qué es eso del sistema de lentes?. Son unas estructuras transparentes que modifican la dirección de los rayos de luz, haciéndolos convergentes (como una lupa). Son varias estructuras; principalmente la córnea y el cristalino. El cambio de dirección de los rayos de luz ocurre cuando esta luz pasa de un medio transparente a otro (la separación entre dos medios se llama interfase, y la clave de una lente está en esta interfase). Hay varias lentes en el ojo, una detrás de otra, porque entre una estructura y otra hay una interfase que va modificando la trayectoria. Cuanto más diferentes sean los medios transparentes, más cambia la dirección de los rayos y más potente es la lente. Dentro del ojo, los medios transparentes no son muy diferentes. Por ejemplo, entre parte posterior de la córnea (con alto contenido en agua) y el humor acuoso (que es básicamente agua) no hay mucha diferencia, con lo que la potencia de esta lente es escasa. Por tanto, la lente más potente, con diferencia, es la que hay en la superficie ocular. Precisamente porque la luz pasa a viajar por el aire a un medio líquido (la película lagrimal). La velocidad en el aire y en el agua es sustancialmente diferente, por lo que los rayos se vuelven muy convergentes.
Esta interfase aire-agua es la herramienta más potente que tiene el ojo para enfocar la imagen, depende de ella para ver bien. Todo esto se puede explicar con el concepto de índice de refracción, pero prefiero no complicar más la explicación. Por otra parte, precisamente esta interfase también se ve afectada en el ojo seco, que es el próximo tema pendiente de la lista.
Pero a lo que vamos: ¿qué pasa cuando el ojo está en contacto con el agua?. La interfase aire-lágrima desaparece, por lo que la potencia del sistema óptico disminuye muchísimo. Al estar el agua en contacto directo con la córnea, los rayos apenas convergen. No es un problema de que la luz no entre, porque todos los medios están transparentes; no, el problema es que la imagen no se enfoca.