porque motivos comenzó la crisis económica durante la dictadura militar
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Respuesta:
esta es :v
Explicación:
La crisis de 2001 quizás haya sido el peor derrumbe social de la historia argentina. No se trató, desde ya, de una mera crisis económica, sino que se puso en juego la posibilidad de la continuidad del Estado nacional como entidad con capacidad de autogobierno.
Hacia fines de aquel año, la disolución de los vínculos políticos, económicos y sociales llegó a un punto tal que no podían garantizarse las condiciones para la supervivencia “normal” de amplias franjas de la población. El colapso del aparato productivo, bancario y de las finanzas públicas fue sólo la expresión económica del derrumbe de toda la sociedad. A diferencia de un cataclismo, no fue un producto de la naturaleza, sino de la acumulación de políticas contrarias a los intereses básicos de la Nación.
Por supuesto pueden encontrarse antecedentes de esta situación en los propios albores de la Argentina, como por ejemplo su prematuro endeudamiento externo ya en 1824, la presencia de fuertes intereses extranjeros en los propios centros de la decisión nacional hasta bien avanzado el siglo XX, las dificultades del país para encontrar un lugar adecuado en la división internacional del trabajo cuando avanzó en el proceso sustitutivo de importaciones.
Sin embargo, es posible afirmar que las condiciones materiales y sociales que desembocaron en la crisis de 2001 comenzaron a gestarse un cuarto de siglo antes, en 1976. La dictadura cívico militar que allí se inició dejó como principales legados una transformación en el poder social a favor de los sectores más concentrados en los productivo y financiero, y en el terreno económico un enorme endeudamiento externo que neutralizó las capacidades estatales para continuar liderando el desarrollo económico. El cuadro de fuerte endeudamiento fue el que favoreció la ingerencia permanente de la tecnocracia neoliberal del FMI sobre la definición de las políticas públicas. Si bien el “Proceso de Reorganización Nacional” fracasó como proyecto político, triunfó en su voluntad de reorganizar al país, a favor de las fracciones más parasitarias del capital, tanto local como extranjero. El retroceso industrial y la precarización social se prolongaron durante las dos décadas siguientes a la finalización de la dictadura, al debilitarse sustancialmente la inversión productiva, la obra pública y la investigación y el desarrollo tecnológico. El retroceso cultural y educativo acompañó al deterioro económico.
El período alfonsinista se mostró impotente para poder conciliar el crecimiento con el pago de la deuda externa, y la presión de actores locales y externos sobre las menguadas finanzas públicas crearon un escenario de inestabilidad macroeconómica recurrente.
La hiperinflación que concluyó con el gobierno radical creó un clima catastrófico propicio para que los acreedores externos, aliados a fracciones empresarias locales, delinearan un profundo programa de reformas estructurales, diseñado para maximizar ganancias privadas a costa del patrimonio público y del ya debilitado proceso de acumulación local. Serán las reformas estructurales de los ´90, acompañadas por el Plan de Convertibilidad lanzado en 1991, las causas más próximas de la crisis de 2001.
Las causas inmediatas:
Se ha señalado al tipo de cambio artificialmente revaluado como la causa de los enormes desequilibrios del período, ya que estimuló fuertemente la importaciones (destruyendo la industria local), hizo perder competitividad a las exportaciones (reduciendo el margen de ganancia, o haciéndolas desaparecer), propició las actividades especulativas y llevó a un enorme endeudamiento público y privado que derivó en la incapacidad de la economía de obtener los créditos necesarios para pagar sus compromisos externos. Pero la revaluación cambiaria no fue más que una parte del conjunto de las políticas implementadas en ese período de fundamentalismo neo-liberal.