Historia, pregunta formulada por ospjomomiliaal, hace 1 año

porque mexico vivia una cituacion dificil amediado del siglo 19

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Contestado por aiden11
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Miguel Ángel Segundo Guzmán El presente ensayo intenta mostrar en una larga duración el proceso político y social que ocurrió en México en el siglo XIX, perfilando el espacio de la Independencia a la Revolución, tomando como indicadores las invasiones ocurridas, las relaciones con la iglesia, los problemas con la tenencia de la tierra y la estructura social para así desembocar en la revolución mexicana. Palabras clave: México, Independencia, Iglesia, hacienda, Reforma, Revolución La memoria vive en el presente. Genera lazos para darle sentido a la experiencia vivida. El recuerdo de un evento desaparece si no es revivido, si ha dejado de tener sentido en el intercambio social. Rememorar es ubicar en el justo sitio los eventos del pasado, ponderándolos dentro de un largo horizonte que permita integrarlos a la vida social como el espacio de la tradición. México está celebrando el bicentenario de la Independencia y la Revolución, los hitos de la memoria nacional. En oropel se quiere contar sus gestas, convertirlas en fantasmas muertos, en fiesta, en celebración. Sólo una mirada irónica puede darnos perspectiva para entender el largo recorrido de la formación del Estado, sus incertidumbres y contradicciones. I. Mexicanos al grito de guerra: Las intervenciones extranjeras en México. La construcción del Estado-Nación mexicano, más allá de su compleja estructura económica y política, estuvo permeada por el contexto internacional. Hay que recordar que la puesta en práctica de la Constitución liberal en España posibilitó el pacto de la elite económica local con la insurgencia. Una vez libre el país del pacto colonial, la búsqueda de legitimidad por parte del naciente gobierno fue el eje de la política exterior. El gobierno de Monroe –por ejemplo— en 1822 manda a un proto-embajador como Poinsett para ver el desarrollo de los acontecimientos, sin embargo, es hasta 1825 que es reconocido por los gringos el nuevo país. Del otro lado del charco, Inglaterra firma el Tratado de Amistad y Comercio por esas mismas fechas. Estos reconocimientos, independientemente de su valor a nivel diplomático, abrieron la puerta para el nuevo pacto colonial que se empezaba a bosquejar. El Memorándum Canning-Polignac y la famosa Doctrina Monroe son sintomáticos de la nueva condición post-colonial. La clave de la naciente condición radica en los nuevos niveles de deseo de las potencias: ya no solamente de tierras (los yanquis se saciaron en México), el ansia era de mercados; no sin descartar otras formas intermedias de dominación. Cabe señalar la reestructuración económica europea, la revolución industrial y, por ende, la necesidad de mercados para la creciente industria. El imperialismo comercial no se detenía solamente en el mercado, los intereses económicos desencadenarían posiciones políticas. El siglo XIX mexicano es un claro ejemplo de cómo nace un país pese al contexto y paradójicamente gracias a él. Y son esas condiciones las que harán posible el reacomodo neocolonial que se consolidará mientras el siglo avanza. Un interesante mito configuró el esquema político mexicano: el cuerno de la abundancia como metáfora del país. El mito es una realidad incuestionable para quien la vive, sin embargo abre caminos de interpretación, que llevados a la acción pueden configurar universos distintos. A nivel político, el siglo XIX mexicano construyó dos utopías para la Nación, dos proyectos que el transcurso del siglo modificó, pero que en esencia, mantuvieron una coherencia significativa. Por un lado, el proyecto Monárquico, que bajo la metamorfosis constitucional, cambió a República Centralista. Se agrupaban en torno a la tradición los fueros y eran bendecidos desde los pulpitos. El grupo ante las invasiones santas mantendría tolerancia e incluso apoyo; en términos de la época era la gente de bien. El otro polo sería encabezado y abanderado, en un primer momento, por el Republicanismo, posteriormente por el Federalismo. Con partidarios progresistas, se manejaban a nivel de la reforma y tenían en mente el libre comercio, farmes y desamortizaciones que espantaban al otro bando. Sin embargo, el universo político bipolar no estaba tan marcado, había puntos intermedios entre ambas posiciones. Si esto no se entiende la anarquía pareciera ser la etiqueta del siglo. No obstante, fueron proyectos de nación en disputa, que en ocasiones establecieron comportamientos que de otra forma serían inexplicables, principalmente en épocas de intervenciones extranjeras. En términos antropológicos podríamos decir que el ethos mexicano estaba en formación, las categorías de exclusión ante el Otro no parecían ser tan homogéneas para los grupos en disputa por el poder. Más que ensayos gubernamentales, que supondrían una continuidad planificada que se iría
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