Porqué los imperios tuvieron que rendirse ante el poder de los aliados? Durante la primera gerra mundia
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En abril de ese año, las fuerzas armadas de Australia y Nueva Zelanda se embarcaron en un bombardeo naval en Galípoli, actual Turquía, con el objetivo de abrirle paso marítimo a los rusos. Esta fue una campaña de 8 meses desastrosa para los aliados. El calor y las enfermedades afectaron a 300 mil personas y obligaron a los aliados a retirarse.
La victoria de los turcos otomanos en Galípoli fue el oxígeno para mantener su Imperio vivo por 3 años más, antes que franceses e ingleses les arrebataran a Mesopotamia, Siria y Palestina. La guerra sería un golpe contundente para acabar con más de 600 años de este imperio.
Otro imperio que cayó fue el Austro Húngaro, por cuenta de las victorias italianas en 1918.
Y los rusos que habían batallado contra los Austro Húngaros en el frente oriental, sufrieron la revolución bolchevique de 1917, que produjo el colapso de la monarquía y los forzó a abandonar a los aliados.
Así, se redibujó un nuevo mapa de los territorios euroasiáticos.
La rendición alemana sembró una de las semillas de la segunda guerra mundial
Acabado el frente oriental y resquebrajados los imperios, los alemanes se concentraron para atacar a franceses e ingleses en 1918. Pero su pie de fuerza se debilitó al punto que los aliados contraatacaron con el apoyo estadounidense.
Alemania no tuvo más alternativa que rendirse y pedir un armisticio.
Londres y París celebraron aquel 11 de noviembre de 1918.
La paz se firmó con el Tratado de Versalles de 1920. Alemania tuvo que entregar territorios, armas, y pagar exorbitantes sumas de dinero a los países afectados.
El sometimiento de los alemanes, para muchos fue considerado una humillación, aspecto que desencadenó la llegada de Hitler al poder en los años 30.
Respuesta:
soldados alemanes en las Batallas de Marne y de Ypres.
A partir de entonces, la guerra cobró una nueva dimensión. Los ejércitos se anclaron, cavaron zanjas y equiparon trincheras.
Esta fue una de las principales características de la primera guerra mundial, cuatro años de barro, enfermedades y muerte. Así lo recuerda Georges Luce, un veterano de guerra francés:
"Jugábamos a las cartas en las trincheras, y mientras eso, tu compañero quedaba atrapado en un fuego cruzado y muy pronto estaba muerto. Ya no considerabas la pérdida de alguien como algo extraordinario. Era una vida imposible. Teníamos piojos, no nos lavábamos, y en el invierno había lodo en todas las trincheras