Porque las personas no cuestionaban los mitos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Hola hola, espero verte ayudado!♥
Explicación:
El mito como relato hace referencia a una irrupción del «otro tiempo» en el «tiempo de los hombres» que provoca el origen de la realidad más vasta, del mundo o el origen de algo en el mundo; es decir, estamos ante la presencia de vínculos entre distintas calidades de tiempo que se expresan en el «origen como fundamento» y en el «origen como principio» (López Austin 1998).
Lo anterior es lúcidamente expuesto por M. Eliade (1981), quien al realizar una clasificación, habla de mitos cosmo-antropogónicos y mitos de origen, que no es más que otra forma de diferenciar al origen como fundamento y como principio. Lo cosmogónico refiere a la creación del mundo e incluye a lo antropogónico que refiere a la creación del hombre (se trata de la creación por excelencia). Los mitos de origen refieren a las prolongaciones de los mitos cosmogónicos, y relatan cómo el mundo ha sido modificado, enriquecido, etc.; es decir, da cuenta de los fenómenos del cosmos, de los seres y objetos que viven y existen en él, de los fenómenos sociales, políticos y económicos que acontecen entre los hombres.
Parte de esa actualidad consiste en hacer la revisión del pasado desde un punto de vista distanciado e irónico. Tuvimos un régimen por 70 años que contribuyó a la construcción de mitos que ahora se están cuestionando. Claro que surgen otros, como la idea de que nuestro principal (y casi único) arraigo es con la cultura occidental o la falsa creencia de que las políticas neoliberales y globalizadoras representan el interés de las mayorías. Sin embargo, las formas de participación han cambiado. Los foros de discusión que se conservan son pocos, los suplementos han ido desapareciendo y los autores se topan con un público casi inexistente. Los medios electrónicos han pretendido hacer de las ideas un espectáculo y la necesidad de los escritores en esa participación choca con el desdén que hay por la cultura.
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1. Ha surgido una nueva forma de mestizaje: el choque entre globalización y culturas tradicionales, entre el mito de la expansión de las fronteras y una realidad nacional que se manifiesta en hechos como el alzamiento zapatista. Fuera, las tres caídas del vía crucis mundial: el muro de Berlín, las torres del WTC y la caída de las utopías han conformado una generación dura y recelosa. Esto se refleja en la decepción y el humor descarnado con que se habla de la idea de futuro, de la pareja, del sentido de proyecto de vida. El boom expandió las fronteras y esta herencia está presente en la diversidad de estilos y voces. La noción de identidad ha cambiado, y también la actitud con que se explora.
2. Sus temas. Su diversidad. Su sentido irónico y revisionista. La manipulación que hace de valores y premisas culturales, el cuestionamiento de la idea de género. Su reinvención de la historia.
3. No hay tendencias únicas, sino autores y autoras únicos. Un rasgo es el humor y la inclinación por hablar desde el punto de vista del débil, el marginado o el excéntrico (la mujer en papel principalísimo) como alguien que también ejerce el poder, por hablar de las ganancias secundarias de la víctima. También por cuestionar al hombre público en el contexto de la vida privada y explorar en ese oxímoron perfecto de nuestro tiempo: la pareja que nunca va pareja. W. M. S.
Rosa Beltrán (México, 1969) es autora de las novelas La corte de los ilusos (Premio Planeta México 1995) y El paraíso que fuimos (Seix Barral) y de los relatos Amores que matan (Joaquín Mortiz y Norma, 1996).