porque las drogas es un riesgo para la democracia de chile
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Habitualmente Chile es señalado como un ejemplo de éxito de desarrollo humano en América Latina. Más pro mercados que sus vecinos inmediatos, el país goza de una economía fuerte y se caracteriza por un enfoque progresista hacia los temas sociales. A pesar de (o tal vez a causa de) estos logros impresionantes, el país también está luchando con ciertos problemas que afectan a segmentos de alto poder adquisitivo, incluyendo el consumo creciente de sustancias ilícitas. El abuso de sustancias por parte de los jóvenes y adolescente chilenos en situación de riesgo plantea un desafío cada vez mayor y puede producir un efecto negativo en los resultados de desarrollo del país.
Chile registra habitualmente los niveles más elevados de consumo de sustancias entre alumnos de educación secundaria en la región. Esas tasas han mostrado una espiral ascendente debido a la creciente popularidad de los inhalantes y los derivados de la cocaína. En 2009, por ejemplo, el país experimentó la mayor prevalencia del consumo de cocaína entre alumnos de escuela secundaria en el continente americano, situándose en un 6,7% (seguido por Estados Unidos con un 4,6%).
Como parte de un enfoque para mitigar los daños, Chile ha estado trabajando con jóvenes delincuentes involucrados en las drogas para brindarles un asesoramiento y asistencia adecuados, a fin de fomentar conductas saludables, disminuir la violencia y mejorar las oportunidades para la reinserción social y familiar.
El Programa Aplicación del Enfoque del Modelo de Ocupación Humana en Programa de Tratamiento de Drogas y Alcohol para Adolescentes Infractores de Ley (PAMOH) es un programa de rehabilitación y reinserción social para los delincuentes juveniles y adultos jóvenes involucrados en las drogas en la ciudad de Valparaíso. Lanzado en 2010, este programa aplica el enfoque terapéutico del Modelo de Ocupación Humana (MOHO, en inglés). PAMOH está diseñado para ofrecer tratamiento contra el abuso de sustancias a jóvenes delincuentes entre 14 y 18 años, así como a delincuentes hasta los 20 años de edad. El enfoque MOHO se basa en la identificación con beneficiarios clave, en conductas que favorezcan la formación de hábitos positivos y en una mejora en las capacidades físicas y mentales.
PAMOH se estableció en virtud de la Ley 20.084 que estipulaba amplios principios para el tratamiento de los adolescentes involucrados en delitos por drogas y promovía la coordinación entre los Ministerios de Salud, Justicia y del Interior. PAMOH respalda un enfoque holístico centrado en la salud (en contraposición con aquél que pone el énfasis en la aplicación de la ley y el castigo) para tratar a los consumidores jóvenes de drogas. Antes del lanzamiento de PAMOH, se identificó un vínculo entre el consumo de drogas y la delincuencia juvenil; aproximadamente el 80% de los jóvenes acusados de algún delito resultaron ser consumidores de marihuana, mientras que un 50% declaró consumir derivados de la cocaína. No obstante, los delincuentes juveniles que consumían marihuana sólo recibían tratamiento en un 27% de los casos, mientras que aquéllos que habían informado el consumo de cocaína recibían tratamiento en sólo el 46% de los casos.
Un componente crítico de PAMOH estaba relacionado con la reinserción de los participantes en el mercado laboral (formal). Se estableció una alianza clave con el Colegio Técnico Industrial de Valparaíso. PAMOH pudo proporcionarles a los alumnos recientemente inscriptos información sobre posibles salidas laborales que se ofrecían a través de distintos cursos en la institución. Así surgió un número de candidatos a mecánicos, electricistas y soldadores. Lo que se esperaba era que el hecho de brindar opciones de carrera que tuvieran un sentido -ofreciendo horizontes a largo plazoalentaría a los jóvenes a evitar recaídas o empeorar su situación.
Entre los resultados observados se incluyen mejoras en la salud física, mental y sexual de los participantes. También se observaron mejoras asociadas a su capacidad para relacionarse con otros y adaptarse a circunstancias desafiantes, contribuyendo así a mejorar las perspectivas de reinserción social y laboral. Al momento de la evaluación, sin embargo, ningún participante había sido dado de alta del programa; por lo tanto, fue imposible evaluar los resultados individuales posteriores a la intervención.
El programa en Valparaíso fue incluido en nuestra publicación Haciendo de las ciudades lugares más seguros: innovaciones sobre seguridad ciudadana en América Latina
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