¿Porque la hipótesis del inconsciente es legítima e necesaria?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El psicoanálisis nos ha revelado, que la esencia del proceso de la represiónno consiste en suprimir y destruir una idea que representa al instinto, sino en impedirle hacerse consciente. Decimos, entonces, que dicha idea es «inconsciente», y tenemos pruebas de que aun siéndolo, puede producir determinados efectos, que acaban por llegar a la consciencia. Todo lo reprimido tiene que permanecer inconsciente, pero queremos dejar sentado, desde un principio, que no forma, por sí sólo, todo el contenido de lo inconsciente. Lo reprimido es, por lo tanto, una parte delo inconsciente. ¿Cómo llegar al conocimiento de lo inconsciente?Sólo lo conocemos como consciente, esto es, después que ha experimentado una transmutación o traducción a lo consciente. La labor psicoanalítica nos muestra cotidianamente la posibilidad de una tal traducción. Para llevarla a cabo, es necesario que el analizado venza determinadas resistencias, las mismas, que a su tiempo, reprimieron el material de que se trate, rechazándolo de lo consciente.Justificación de lo inconscienteDesde muy diversos sectores se nos ha discutido el derecho de aceptar la existencia de un psiquismoinconsciente y de laborar científicamente con esta hipótesis. Contra esta opinión podemos argüir, que la hipótesis de la existencia de lo inconsciente es necesaria y legítima, y además, que poseemos múltiples pruebas de su exactitud. Es necesaria, porque los datos de la consciencia son altamente incompletos. Tanto en los sanos como en los enfermos, surgen con frecuencia, actos psíquicos, cuya explicación presupone otros de los que la consciencia no nos ofrece testimonio alguno. Actos de este género son, nosólo los fallos y los sueñosde los individuos sanos, sino también todos aquellos que calificamos de síntomas y de fenómenos obsesivos en los enfermos. Nuestra cotidiana experiencia personal nos muestra ocurrencias, cuyo origen desconocemos, y resultados de procesos mentales, cuya elaboración ignoramos. Todos estos actos conscientes resultarán faltos de sentido y coherencia si mantenemos la teoría de que la totalidad de nuestros actos psíquicos ha de sernos dadaa conocer por nuestra consciencia y, en cambio, quedarán ordenados dentro de un conjunto coherente e inteligible si interpolamos entre ellos los actos inconscientes, deducidos. Esta adquisición de sentido y coherencia constituye, de por sí, motivo justificado para traspasar los límites de la experiencia directa. Y si luego comprobamos, que tomando como base la existencia de un psiquismo inconsciente podemos estructurar una actividad eficacísima, por medio de la cual influimosadecuadamente sobre el curso de los procesos conscientes, tendremos una prueba irrebatible de la exactitud de nuestra hipótesis. Habremos de situarnos, entonces, en el punto de vista de que no es sino una pretensión insostenibleel exigir que todo lo que sucede en lo psíquico haya de ser conocido a la consciencia.
Explicación: