Porque hay y ha habido quien creyó y cree que, asesinando personas, asesina también los pensamientos y los sueños que en veces son palabras y en veces son silencios. Quien así cree en realidad teme. Y su temor adquiere el rostro del autoritarismo y la arbitrariedad. Y en la resaca de la sangre busca la máscara de la impunidad y el olvido. No para que todo quede atrás, sino para asegurarse de que podrá de nuevo hacer actuar su temor sobre los que le son diferentes.
Nuestros más antiguos nos enseñaron que la celebración de la memoria es también una celebración del mañana. Ellos nos dijeron que la memoria no es un voltear la cara y el corazón al pasado, no es un recuerdo estéril que habla risas o lágrimas. La memoria, nos dijeron, es una de las siete guías que el corazón humano tiene para andar sus pasos. Las otras seis son la verdad, la vergüenza, la consecuencia, la honestidad, el respeto a uno mismo y al otro, y el amor.
Por eso, dicen, la memoria apunta siempre al mañana y esa paradoja es la que permite que en ese mañana no se repitan las pesadillas, y que las alegrías, que también las hay en el inventario de la memoria colectiva, sean nuevas.
La memoria es sobre todo, dicen nuestros más primeros, una poderosa vacuna contra la muerte y alimento indispensable para la vida. Por eso, quien cuida y guarda la memoria, guarda y cuida la vida; y quien no tiene memoria está muerto.
Quienes arriba fueron poder nos heredaron un montón de pedazos rotos: muertes aquí y allá, impunidades y cinismos, ausencias, rostros e historias emborronadas, desesperanzas. Y ese montón de escombros es el que nos ofrecen como tarjeta de identidad, de modo que decir "soy" y "somos" sea una vergüenza.
Pero hubo quienes fueron y son abajo. Ellos y ellas nos heredaron no un mundo nuevo, completo y acabado, pero sí algunas claves y pistas para unir esos fragmentos dispersos y, al armar el rompecabezas del ayer, abrirle una rendija al muro, dibujar una ventana y construir una puerta.
Porque es bien sabido que las puertas fueron antes ventanas, y antes fueron rendijas, y antes fueron y son memoria. Tal vez por eso temen los de arriba, porque quien tiene memoria en realidad tiene en su futuro una puerta.
Somos muchos y muchas los que al buscar la memoria estamos buscando partes de nuestro rostro. Quien nos pide que olvidemos, nos pide que sigamos incompletos, usando las prótesis que el Poder oferta.
Este día, en Argentina, en México y en otras partes del mundo, hay muchos y muchas guardianes de la memoria reuniéndose para una ceremonia tan antigua como la palabra: la del conjuro del olvido y la desmemoria, la de la historia.
Hoy, quienes tienen a la Argentina como patria, nos enseñan que quien camina la memoria, en realidad camina la vida. Y queremos que todos y todas ustedes sepan que escuchamos sus pasos y que, al escucharlos, recordamos que el principal atributo del ser humano sigue siendo la dignidad.
a) ¿De qué se trata el texto? Explique con sus palabras.
AYUDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
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Respuesta:
Da a entender el hecho de no sucumbir al olvido, recordar todo lo que ah pasado en el largo camino de la historia y sobre todo no intentar borrarlo, solamente aprender de ello
Explicación:
Algunas personas para imponer sus pensamientos, intentan eliminar los de otros, ya que piensan que los suyos son los únicos correctos.
Al ver frustrado su intento, ya que nadie olvida y deja atrás sus pensamientos, son asesinados, más sin embargo... ni con ese acto lograron borrar la idea de su mente, y en la eternidad, en esta quedará presente
Muchos intentan olvidar aquellos años en los que alguien intentaba imponer sus ideas, cuando en realidad debemos recordarlo para aprender de ellas
(eso fue lo que yo entendí, espero y te sirva)
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