porque evolucionan los productos tecnologicos?
Respuestas a la pregunta
a lo largo de la historia, la técnica ha jugado un papel central en la configuración de la vida material y cultural de los pueblos. En buena medida, el progreso humano está basado en la invención de procedimientos y mecanismos para la resolución de problemas concretos del quehacer cotidiano. Desde las primeras técnicas para encender fuego, hasta las complejas máquinas del mundo moderno, los seres humanos se han beneficiado de desarrollos técnicos cuya aparición y gradual refinamiento ha marcado profundamente los modos de organización social, así como las tradiciones y el acervo cultural de la civilización.
Sin ema bargo, entender la naturaleza del desarrollo tecnológico no es una tarea fácil. Esto se debe a que el estudio del papel jugado por la técnica en la historia no se agota en el examen de las bases teóricas de la construcción de máquinas ni en el examen del funcionamiento de algunas máquinas concretas. En efecto, la técnica es también fruto de una compleja dinámica en la cual intervienen factores políticos, culturales y económicos muy diversos. Además, la técnica no es solo un fenómeno que se produce en la historia, sino que es, a su vez, un factor decisivo del cambio histórico. En este sentido, para entender la naturaleza del desarrollo tecnológico es preciso considerar tanto la pregunta por las condiciones sociales de aparición de los desarrollos técnicos, como el problema de su impacto en la sociedad y en la cultura.
Vista desde esta perspectiva amplia, la historia de la tecnología inevitablemente suscita inquietudes relativas a la interpretación de su desenvolvimiento a lo largo del tiempo: ¿Es posible diseñar un modelo capaz de explicar los cambios tecnológicos y su impacto en las sociedades? ¿Existe algún patrón que haya gobernado el desarrollo de la tecnología en el curso de la historia? ¿Tiene sentido hablar de una lógica del desarrollo tecnológico?
En principio, resulta tentador aplicar al reino de la tecnología modelos de desarrollo que han sido ampliamente debatidos en relación con el desarrollo científico. En la técnica, como en la ciencia, existe un cierto consenso acerca del carácter progresivo de su avance. Además, si bien el desarrollo tecnológico es un proceso de largo plazo que se remonta a los orígenes de la especie humana, desde el Renacimiento las relaciones entre ciencia y técnica se han estrechado a tal punto que hoy en día constituyen áreas de la actividad humana casi inseparables. Como señala Ladrière, la tecnología antigua se desarrolló muy lentamente, sobre una base que parece haber sido esencialmente práctica, en tanto que lo típico del desarrollo tecnológico moderno es que su evolución es cada vez más rápida, cada vez más sistemática, cada vez más consciente, debido a la relación estrecha que se ha establecido, en los dos últimos siglos, entre la ciencia y la tecnología1. La ciencia (al igual que la técnica) se desarrolla muy despacio durante la mayor parte de la historia, parece despegar desde fines del Renacimiento y experimenta una brusca aceleración en los últimos doscientos años. Cabría esperar, por lo tanto, que las lógicas de desarrollo de la ciencia y de la técnica sean al menos parcialmente similares y que la comprensión de la lógica del desarrollo científico nos diera luces para entender la naturaleza de su hermano gemelo, el desarrollo tecnológico.