¿porque estar a favor con las ideas de martín lutero (luteranismo)?
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La historiografía católica sobre Martín Lutero se abre en la época misma del reformador. Cuando recién habían pasado tres años de su muerte, en 1549 aparece el libro en latín "Comentarios acerca de los hechos y escritos de Martín Lutero", de Johannes Cochlaeus, de apellido alemán Dobeneck, 1479-1552 y que se publicó en Mainz (4). El autor era sacerdote y humanista, pero sobre todo teólogo polemista que desde 1521 está presente en controversias y polémicas con Lutero; fue canónigo de la catedral de Mainz (desde 1526) y después de la catedral de Breslau (desde 1539).
En su obra Cochlaeus promete apoyarse de continuo en las fuentes, es decir, en el mismo Lutero, exponiendo su vida y escritos desde 1517 hasta su muerte en 1546; su información es vasta y acuciosa; utiliza todos los escritos conocidos de Lutero, pero extracta una antología muy parcial. Además, con habilidad de polemista, recoge y aprovecha los escritos antiluteranos especialmente de Jerónimo Emser (1478-1527) (5).
Al mismo tiempo asume los rumores e historietas que corrían sobre Martín Lutero; fuera de no ser verdaderas, muchas son invenciones apropiadas para un repertorio que avive la polémica y otras llegan a la calumnia más infamante. En el prefacio se hace eco de una habladuría maledicente según la cual Lutero sería hijo del diablo y también asevera que los frailes agustinos veían ciertas actitudes de Lutero como extrañas o raras y que procedían del trato íntimo que tendría con el demonio.
También para Cochlaeus la rebelión de Lutero contra las indulgencias se explica por una triste rivalidad entre frailes, entre los agustinos y los dominicos, entre el agustino Lutero, que combate las indulgencias y el dominico Tetzel, encargado de predicar las indulgencias en Alemania.
Pero ciertamente donde Cochlaeus más carga las tintas negras sobre Lutero es en el aspecto moral; lo retrata como una figura abominable. Aparece dominado por el orgullo, la soberbia y la ambición; tiene un carácter hipócrita e iracundo, que se deja llevar por las blasfemias y las insolencias; sobresale también por su gran astucia, por ser mentiroso y por inventar calumnias. En suma, la explicación de la crisis y rebeldía del fraile Lutero le resulta muy sencilla; se debió a la envidia, a la vanidad, a la soberbia, a la desobediencia, al desprecio de la autoridad, a su carácter desenfrenado. De este fondo pasional brotó su sublevación y para la justificación doctrinal interpretó de una determinada manera algunos textos de San Pablo (6).
La imagen de Lutero expuesta en la obra de Cochlaeus se perpetuó en la historiografía católica hasta principios del siglo XX; los teólogos e historiadores católicos han repetido durante cuatro siglos los argumentos llenos de prejuicio y hostilidad de Cochlaeus, que creó así un muro de incomprensión hacia Lutero por parte de los católico (7).
Llegó el siglo XX y la Alemania del segundo imperio, la del emperador Guillermo II, vivía un clima de reflorecimiento del luteranismo, originado con motivo de la celebración del cuarto centenario del nacimiento de Lutero en 1883. Cuando, de pronto, a fines de 1903 en Mainz, aparece el libro del dominico Enrique Susón Denifle (1844-1905). Se trata de una obra erudita, fundada en un estudio acucioso de fuentes documentales, que por su juicio global negativo sobre Martín Lutero cae como una bomba en el mundo académico y luterano alemanes. Titulada la obra "Lutero y el luteranismo en su primer desarrollo", constituye un grueso volumen de 860 páginas, que agotado en un mes, tuvo inmediatamente una segunda edición a comienzos de 1904 (8).
El revuelo que provocó este libro se debió en gran medida porque su autor era un sabio destacado, el mejor conocedor de la Edad Media en su aspecto teológico e histórico-literario, investigador prominente de la historia de la teología escolástica y de las universidades medievales, uno de los primeros especialistas en el estudio de la mística renana o alemana de los siglos XIV y XV, como asimismo de la historia religiosa de la misma época. Denifle era además subdirector de Archivo Vaticano, miembro de las Academias de Ciencias de Viena, Berlín, Goettingen y Praga y de la Academia des Belles-Lettres de París como también doctor honoris causa de las universidades de Innsbruck, de Münster y de Cambridge (9). Además, efectivamente el autor se propuso derribar a Martín Lutero del pedestal y de la glorificación en que los protestantes alemanes lo tenían, convertido en héroe nacional del pangermanismo. Por su parte, en los medios luteranos se entendió este ataque como un producto del revanchismo católico romano. El libro no se presentaba como una biografía, sino que lo integran una serie de doctas disertaciones de carácter histórico-teológico; estas discuten y examinan críticamente la doctrina de Lutero en torno a una doble problemática: La evolución de Lutero hacia la Reforma y Lutero y la escolástica.