¿porque es importante hablar sobre el desbalance del mundo por medio del covid-19?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
para cuidarnos y asi evitar mas contagios
Respuesta:
Como ha sucedido en anteriores pandemias, el impacto de género está siendo, con excepciones, ignorado en la respuesta (global, europea o nacional) a lacrisis del COVID-19 . Y, sin embargo, esta crisis afecta a las mujeres de manera muy relevante en varias dimensiones : los cuidados (esenciales para abordar la pandemia) recaen mayoritariamente en las mujeres, que asumen mayor carga en las tareas domésticas y el cuidado de menores, en particular con el cierre de los colegios; en un contexto de eventual destrucción de empleo, las mujeres parten de una situación de desigualdad en el mercado de trabajo;1 y la violencia de género se ve agravada en contextos de confinamiento como el actual, en los que las mujeres se ven obligadas a convivir con su agresor. Si bien en España se ha puesto en marcha una campaña específica sobre violencia de género, y se han adoptado recientemente medidas de apoyo a las trabajadoras domésticas, la transversalidad de género está ausente en el abordaje de la crisis en la casi totalidad de los países afectados o que lo serán próximamente. Tras dos semanas de silencio por parte de la UE, recientemente la Comisión se ha pronunciado al respecto, instando a los Estados miembros a aplicar enfoques de género ante la crisis causada por el COVID-19, que aseguren que se atienden las diferencias en las que la crisis afecta a hombres y mujeres.
Uno de los efectos colaterales de la pandemia podría ser el previsible debilitamiento de la agenda de la igualdad de género en términos globales, lo que impactará en el logro del Objetivo 5 de la Agenda 2030, y hará aún más difícil estrechar las brechas y revertir el retroceso que se viene produciendo en numerosos países, incluidos algunos de nuestro entorno europeo. En el contexto de la crisis larga y duradera que provocará el COVID-19, podría ser mucho más difícil mantener el compromiso de los actores internacionales y de los gobiernos nacionales con la causa de la igualdad de género que, a pesar de su centralidad, puede pasar a considerarse secundaria o lateral.
No obstante, teniendo en cuenta las lecciones aprendidas sobre el error de dar una respuesta neutra al género en otras epidemias, esta pandemia global es una oportunidad para incorporar, por vez primera, el enfoque de género en los momentos iniciales de la respuesta sanitaria, así como en las medidas sociales y económicas destinadas a afrontar sus consecuencias. Esto último redundaría en una superación de la crisis con mayor equidad y en mejores respuestas y políticas que pudieran aplicarse en futuras pandemias globales.
Análisis
La pandemia del COVID-19 y las respuestas a la crisis subsiguiente tiene efectos distintos en los hombres y en las mujeres.
Una de las características de esta pandemia (y de otras que la precedieron ) es la centralidad de la tarea de cuidados, que las mujeres continúan asumiendo en mayor medida que los hombres (cuidados de menores –agravados por el necesario cierre de los centros educativos, sobre todo del ciclo de la enseñanza primaria–; de personas mayores; y tareas domésticas –de particular importancia dadas las medidas de confinamiento–). Una primera pregunta que cabe plantearse es en qué medida los estereotipos y roles de género (en cuya base se asienta este desequilibrio en el reparto de las tareas mencionadas) pueden verse reforzados por la crisis. O sí, por el contrario, son posibles medidas que impulsen cambios en esta distribución desigual entre hombres y mujeres que cuestionen esos roles de género asentados socialmente.
A escala global, la pandemia ha provocado la suspensión de miles de empleos, y un incremento de las cifras de desempleo. Las mujeres engrosan el mayor porcentaje de trabajadores a tiempo parcial y del trabajo informal en todo el mundo (precario y de baja remuneración), como señala un informe reciente de la OIT. En el contexto de la crisis causada por el COVID-19, el porcentaje de mujeres que perderán su empleo será mucho mayor que el de los hombres. Adicionalmente, y si tenemos en cuenta la evolución de anteriores crisis, a las mujeres les resultará más difícil y les tomará mucho más tiempo reincorporarse al mercado de trabajo. Cabe también preguntarse, ante este escenario, en qué medida la crisis golpeará más a las mujeres y afectará a su autonomía económica, su vulnerabilidad social y su falta de participación política, por citar algunos ámbitos relevantes.
Muchas mujeres en varios países del mundo verán disminuido su acceso a la anticoncepción y a la atención pre y postnatal debido a la saturación de los servicios de salud, sobre todo en los países en vías de desarrollo. Esto aumentará los embarazos adolescentes y los embarazos no deseados, entre otros efectos, incrementando de nuevo (como ha sucedido en otras pandemias) su vulnerabilidad social y su precariedad económica.
Explicación: