porque es importante estudiar la historia de la filosofia?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La importancia y utilidad de la historia de la Filosofía se infiere y resulta de la naturaleza misma de la Filosofía. Porque si ésta representa la evolución superior de la razón humana como facultad de conocimiento en el orden natural; si la Filosofía es la suprema de las ciencias humanas; si es la base y coronamiento de todas las demás ciencias y aun de las artes; si lleva en su seno íntimas y múltiples relaciones con la religión y el destino final del hombre, si la Filosofía representa y contiene uno de los elementos más poderosos, eficaces y permanentes del movimiento histórico y civilizador del género humano, evidente será de toda evidencia, que son muy grandes e incontestables la importancia y utilidad de su historia, según queda dicho en el prólogo. Así, pues, la historia de la Filosofía es una especie de complemento de la Filosofía, y desde ese punto de vista, su importancia y [15] utilidad vienen a confundirse e identificarse con la utilidad e importancia de la misma Filosofía. En este concepto, la historia de la Filosofía se halla en contacto con todos los grandes objetos de la actividad humana, e influye de una manera directa o indirecta en casi todas las ciencias y artes, en el conocimiento del proceso y vicisitudes de la historia humana, y facilita el camino para conocer, juzgar y medir la naturaleza de las diferentes civilizaciones, y la de las diferentes fases o manifestaciones religiosas que dominaron y dominan entre los hombres.
Por otra parte, con el estudio de la historia de la Filosofía, el espíritu adquiere insensiblemente cierta independencia y superioridad para juzgar y criticar las doctrinas; se pone en estado de conocer y aplicar las reglas más convenientes para la investigación científica de la verdad; descubre nuevos caminos y direcciones posibles en el desenvolvimiento de la razón y de la ciencia, ensanchando los horizontes de ésta. A esto se añade que es auxiliar muy eficaz y poderoso para marchar con relativa seguridad por los caminos de la verdad y de la ciencia, y para conocer las aberraciones de la razón humana, sus causas y efectos, conocimiento que es resultado natural y lógico del estudio de la historia de la Filosofía. Y este estudio contribuye también, y no poco, a desterrar las preocupaciones o prejuicios; a imprimir en el espíritu elevación de miras, y a comunicarle cierta modestia y sobriedad de juicio, muy en armonía con las prescripciones del Catolicismo, y muy en armonía también con la dignidad del hombre y de la ciencia.
Empero téngase presente, y no se olvide nunca, [16] que la modesta sobriedad de juicio que prepara e inspira el estudio recto de la historia de la Filosofía, no debe confundirse ni con la mentida sobriedad del eclecticismo, que envuelve la negación de la verdad real y absoluta, ni mucho menos con esa indiferencia de que algunos alardean, que concede iguales derechos a la verdad y al error, al bien y al mal, indiferencia absurda e inmoral, que coincide y se identifica con el escepticismo absoluto.
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