porque en el comienzo Mahoma yo opción entre la nobleza y que tuvo que hacer
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La Sucesión de Mahoma es el tema central que dividió a la comunidad musulmana en varias ramas en el primer siglo de la historia islámica, siendo las más prominentes entre estas sectas las ramas chiitas y suníes del Islam. El islam chiita sostiene que Ali ibn Abi Talib fue el sucesor designado del profeta islámico Mahoma como cabeza de la comunidad. El islam suní mantiene que Abu Bakr as-Siddiq es el primer líder después de Mahoma sobre la base de la elección.
Las opiniones contrastadas sobre la sucesión se basan principalmente en las diferentes interpretaciones de los acontecimientos de la historia islámica temprana, así como de los hadices (dichos de Mahoma). Los suníes creen que Mahoma no tenía un sucesor designado, tenía la intención de que la comunidad musulmana eligiera un líder de entre ellos. Aceptan el gobierno de Abu Bakr as-Siddiq, que fue elegido en Saqifa, y el de sus sucesores, que juntos se denominan los califas de Rashidun. Por el contrario, los chiitas creen que Ali ibn Abi Talib había sido nombrado previamente por Mahoma como heredero, sobre todo durante el acontecimiento de Ghadir al-Jumm. Ellos ven principalmente a los gobernantes que siguieron a Mahoma como ilegítimos, siendo los únicos líderes musulmanes legítimos Ali y sus descendientes directos, los Doce Imanes (según los chiitas duodecimanos), que son vistos como divinamente nombrados.
Además de estos dos puntos de vista principales, también hay otras opiniones sobre la sucesión de Mahoma.
Explicación:
La mayor parte de la historia islámica se transmitió oralmente hasta después del ascenso del Califato abasí.a Las obras históricas de los escritores musulmanes posteriores incluyen las biografías tradicionales de Mahoma y las citas que se le atribuyen, la sira y la literatura de hadiz, que proporcionan más información sobre la vida de Mahoma.1 La sira escrita («biografía de Mahoma») más antigua aún existente es la Sirat Rasul Allah («Vida del Mensajero de Dios») de Ibn Ishaq (d. 761 o 767).2 Aunque la obra original se ha perdido, partes de ella sobreviven en las recensiones de Ibn Hisham (m. 833) y Al-Tabari (m. 923). Muchos eruditos aceptan estas biografías, aunque su exactitud, es incierta. Los estudios de J. Schacht e Ignác Goldziher han llevado a los eruditos a distinguir entre tradiciones legales e históricas. Según William Montgomery Watt, mientras las tradiciones jurídicas podrían haber sido inventadas, el material histórico puede haber sido objeto principalmente de «moldeamiento tendencial» en lugar de ser inventado. Los estudiosos occidentales modernos abordan las historias islámicas clásicas con circunspección y tienden a confiar menos en la labor de los historiadores abasíes de lo que lo hacen los estudiosos islámicos suníes.
Las compilaciones de hadices son registros de las tradiciones o dichos de Mahoma. El desarrollo del hadiz es un elemento crucial de los tres primeros siglos de la historia islámica. Los primeros estudiosos occidentales desconfiaron de las narraciones e informes posteriores, considerándolos como invenciones. Leone Caetani consideraba que la atribución de los reportes históricos a Abd Allah ibn Abbas y Aisha era en su mayor parte ficticia, prefiriendo los relatos informados por los primeros historiadores como Ibn Ishaq.8 Wilferd Madelung ha rechazado el que se desestime de manera indiscriminada todo lo que no está incluido en las «fuentes primarias», juzgando en cambio las narraciones posteriores en el contexto de la historia y la compatibilidad con los acontecimientos y las figura
La única fuente contemporánea es el Libro de Sulaym ibn Qays (Kitab al-Saqifah) de Sulaym ibn Qays (muerto en 75-95 AH o 694-714 CE). Esta colección de hadices e informes históricos del primer siglo del calendario musulmán narra con detalle los acontecimientos relacionados con la sucesión. Sin embargo, ha habido dudas sobre la fiabilidad de la colección, y algunos creen que se trata de una creación posterior, ya que la primera mención del texto aparece en el siglo XI.