porque el ser humano va mas allá que la iglesia
urgente
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El concepto desarrollo humano integral es central en la tradición social de la Iglesia. Sin embargo, poco se ha escrito acerca de su significado y alcance, más allá de las encíclicas y los comentarios que han suscitado. ¿Qué puede ofrecer el desarrollo humano integral al análisis y la acción social? Este escrito busca responder a esta pregunta a partir de cuatro encíclicas papales en las que se despliega la idea del desarrollo humano integral, y de la literatura sobre el desarrollo humano y el enfoque de las capacidades de Amartya Sen en el campo de las ciencias sociales que estudian procesos de desarrollo. A partir de este análisis comparado se llega a una perspectiva que denominaremos “una extensión espiritual del enfoque de las capacidades hacia el progreso de las personas”.
Desde su primera aparición en la encíclica Populorum progressio, promulgada por Pablo VI en 1967, el desarrollo humano integral ha ocupado un lugar central en la comprensión eclesial acerca del progreso de las sociedades y el desarrollo de las personas. El término “integral” proviene de los escritos de Jacques Maritain acerca del humanismo integral (Maritain 1968), un humanismo abierto a la dimensión trascendental, y por medio del cual los ámbitos humano y espiritual se revelan en su autonomía, sin por ello verse disociados; por el contrario, se ven mutuamente enriquecidos (Catta 2015).1
2La encíclica pone este término en el contexto del desarrollo económico, que empezó a ser una prioridad para los países nuevamente independientes en los años sesenta: “El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico, debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre. Con gran exactitud ha subrayado un eminente experto: ‘Nosotros no aceptamos la separación de la economía de lo humano, el desarrollo de las civilizaciones en que está inscrito. Lo que cuenta para nosotros es el hombre, cada hombre, cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera’” (Populorum progressio 14). La traducción hace referencia al humanismo integral de Maritain, como la plena realización: “Es un humanismo pleno el que hay que promover […] Un humanismo cerrado, impenetrable a los valores del espíritu y a Dios, que es la fuente de ellos, podría aparentemente triunfar. Ciertamente, el hombre puede organizar la tierra sin Dios, pero […] El humanismo exclusivo es un humanismo inhumano” (Populorum progressio 42).
3A pesar de ser el sello distintivo de cómo la Iglesia católica entiende el concepto desarrollo, el desarrollo humano integral no ha sido explorado en detalle a nivel conceptual (Bertina 2013; Catta 2015; Clark 2016; Keleher 2017; Kraemer 1998). Más allá de definirlo como el desarrollo de cada persona y de toda la persona, la tradición social de la Iglesia no ha propuesto un texto claro en el que aborde esta perspectiva en profundidad. Lo que nos queda es el trabajo de interpretar su significado y sus implicaciones desde las encíclicas. La intención de este artículo es ir más lejos en la comprensión del significado y alcance del desarrollo humano integral, vinculándolo con los estudios sobre desarrollo humano y el enfoque de las capacidades de Amartya Sen.
4De la misma manera que la tradición social católica, que no es una teoría social sino una perspectiva que trata de iluminar la realidad desde el Evangelio (Sollicitudo rei socialis 41), el desarrollo humano integral no es una teoría del desarrollo humano en sentido estricto, sino una aproximación a la realidad de sus problemáticas. Para desentrañar su significado, comenzaré examinando el modo en que el desarrollo humano integral ha sido abordado en las cuatro encíclicas que hacen referencia directa al concepto —Populorum progressio (PP), publicada por el papa Pablo VI en 1967; Sollicitudo rei socialis (SRS), publicada por el papa Juan Pablo II en 1989; Caritas in veritate (CV), publicada por el papa Benedicto XVI en 2009; y Laudato si’ (LS), por el papa Francisco en 2015—. Una vez identificadas las premisas básicas que fundamentan la noción cristiana del desarrollo humano integral, las analizaré de manera comparada con un marco normativo análogo, tomado de las ciencias sociales, como es el enfoque de las capacidades de Amartya Sen. Cerraré, a modo de conclusión, con una síntesis de ambas perspectivas.
Respuesta:es un ser de la naturaleza pero, al mismo tiempo, la trasciende. Comparte con los demás seres naturales todo lo que se refiere a su ser material, pero se distingue de ellos porque posee unas dimensiones espirituales que le hacen ser una persona
Explicación:
espero que te sirva :)