porque el protestantismos hace parte de la modernidad
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Respuesta:
El pasado año se cumplieron 500 años desde que Lutero abriese la Reforma Protestante con sus famosas tesis clavadas en la puerta de la catedral de Wittenberg.
Entonces el catolicismo había degenerado, en parte por la corrupción de la Iglesia, pero, principalmente, por aferrarse al aristotelismo y condenar a Galileo en un momento en que se producía una revolución científica y filosófica que trastocaría los poderes espirituales y la visión del mundo hasta entonces dominantes. No es que el Protestantismo apoyase entonces la ciencia y la filosofía nacientes. Todo lo contrario, pues era tan anti-copernicano y anti-cartesiano como el catolicismo romano. Pero tuvo que hacer de la necesidad virtud y, allí donde triunfó, se vio obligado a respetar y tolerar las diferencias entre las numerosas sectas e iglesias en que cristalizó. En Holanda e Inglaterra, al abrigo de dicha tolerancia, pudo crecer y desarrollarse la ciencia que había nacido con Copérnico y Galileo y la filosofía moderna que inicia Descartes. España, necesitando defender su posición de superpotencia europea de la época y su Imperio, permaneció libre del Protestantismo, pero a la vez, por el mantenimiento y reforzamiento del poder espiritual de la Iglesia con la contra-reforma, se cerró a la revolución científica y filosófica.
Pasados quinientos años, asistimos a una crisis en el siglo XX equiparable, según Ortega y Gasset, a la crisis que abrió la Era Moderna. Una nueva revolución científica se abre en la Física con la Teoría de la Relatividad de Einstein y la física cuántica de Planck, junto con una revolución filosófica que se anuncia en filósofos como Martin Heidegger o el propio Ortega, que proclaman el fin de la modernidad y el inicio de una nueva época que viene después de la Moderna. En ella estaría surgiendo una concepción del mundo que se empieza a denominar postmetafísica y postmoderna.