¿porque el poeta siempre repite una palabra en una poesía?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Porque puede tratarse bien de una rima o bien del componente central o sea, el tema del poema
Respuesta:
poeta.
(Del lat. poēta, y este del gr. ποιητής).
1. com. Persona que compone obras poéticas.
2. com. Persona dotada de gracia o sensibilidad poética.
Al decir “persona”, no ciñe la definición al género masculino, como antiguamente ocurría.
No obstante, no nos quedamos a gusto… ¿Por qué muchos nos resistimos a nombrar como poetisas a las mujeres que escriben poesía? La creación del femenino de poeta como poetisa responde a la misma regla que el caso de profeta/profetisa, pero se da la circunstancia de que la palabra poetisa ha estado cargada de tono despectivo durante mucho tiempo. La lengua tiene buena memoria, y a muchos hablantes nos sigue sonando mal… Así lo explica Lucila Castro en un artículo publicado en La Nación, que descubrimos en la web de la Fundéu BBVA, Cuando Safo no era poeta:
“¿Por qué, si ya teníamos poetisa, se empezó a usar poeta como femenino? Por un reclamo feminista mal entendido. Las pobres poetisas tenían mala fama. Se las identificaba con aquellas señoritas cursis que en otro tiempo, a falta de ocupación mejor, llenaban sus ocios componiendo rimas sentimentales. Como si no hubiera habido varones que hacían lo mismo, se entendía que los poetas eran poetas en serio, profesionales (por así decirlo), y se despreciaba a las poetisas. Entonces las poetisas que no querían ser confundidas con poetisas empezaron a llamarse a sí mismas poetas, como aquella presidenta que se hacía llamar presidente porque creía que así adquiría la autoridad que su persona no tenía (pero peor, porque la forma presidente era de género común, y poeta era solo masculina). En realidad, la reivindicación no tenía nada de feminista: era puro machismo. Pero tanto insistieron aquellas obcecadas mujeres que el uso prendió y la Academia, quizás a regañadientes, tuvo que registrarlo”.
Así, leemos por ejemplo en el blog Verso blanco, de una poeta actual: “La mía, por descarte, es poeta. No esperen motivaciones profundas ni sesudos argumentos filológicos, poetisa me suena cursi, ridículo, anticuado, cual musa vaporosa recién salida de Lesbos, cantando himnos a Afrodita. Estética sonora”.
No obstante, para mostrar las distintas vueltas que el sentido de una palabra puede dar, debemos decir que algunas mujeres feministas (como Ana Rossetti) han preferido y prefieren el uso de poetisa, “dándole contenido y reivindicando a las buenas poetisas que ha habido y que hay, en vez de evitar una palabra como poetisa sólo porque su uso anterior la haya estigmatizado. También las palabras, sobre todo si están bien hechas y cumplen una función, tienen derecho a dignificar su contenido”. Así lo leemos en un artículo de Pilar García Mouton publicado en El Mundo en 2002.
La lengua no es inocente, claro está. Así, vemos que en la próxima edición del diccionario de la RAE habrá una modificación en la entrada “poetisa”. Si hasta ahora encontrábamos esto: