porque el cuento de Jorge Louis borgues se llama "la promesa"
Respuestas a la pregunta
Durante este octubre desde Libro de Arena recorreremos el mágico mundo del microrrelato. Si el cuento, como género, se caracteriza por la concisión, en el microrrelato esta condensación llega a su punto extremo. Puede pensárselo como el núcleo posible de un relato más extenso, sí. Pero se destaca como género, porque, de manera muy concentrada -a veces, en un par de renglones-, agota todo lo que tiene para decir.
En la literatura argentina, sin dudas, Jorge Luis Borges fue uno de los grandes exponentes del género. Abrimos la rueda compartiendo “La promesa”, publicado originalmente en El oro de los tigres.
La promesa
En Pringles, el doctor Isidro Lozano me refirió la historia. Lo hizo con tal economía que comprendí que ya lo había hecho antes, como era de prever, muchas veces; agregar o variar un pormenor sería un pecado literario.
“El hecho ocurrió aquí, hacia mil novecientos veintitantos. Yo había regresado de Buenos Aires con mi diploma. Una noche me mandaron buscar del hospital. Me levanté de mal humor, me vestí y atravesé la plaza desierta. En la sala de guardia, el doctor Eudoro Ribera me dijo que a uno de los malevos del comité, Clemente Garay, lo habían traído con una puñalada en el vientre. Lo examinamos; ahora me he endurecido, pero entonces me sacudió ver a un hombre con los intestinos afuera. Estaba con los ojos cerrados y la respiración era trabajosa.
El doctor Ribera me dijo:
- Ya no hay nada que hacer, mi joven colega. Vamos a dejar que se muera esta porquería.
Le contesté que me había costeado hasta ahí a las dos de la mañana pasadas y que haría lo posible para salvarlo. Ribera se encogió de hombros; lavé los intestinos, los puse en su lugar y cosí la herida. No oí una sola queja.
Al otro día volví. El hombre no había muerto; me miró, me estrechó la mano y me dijo:
- Para usted, gracias, y mi cabo de plata para Ribera.
Cuando a Garay lo dieron de alta, Ribera ya se había ido a Buenos Aires.
Desde esa fecha, todos los años recibí un corderito el día de mi santo. Hacia el cuarenta el regalo cesó."
Respuesta:
Por qué ellos se hicieron una promesa