Porque durante la edad media se construyeron centenares de monasterios Iglesias y catedrales
Respuestas a la pregunta
En el Imperio carolingio hubo catedrales, como la de Aquisgrán, en la que el emperador vivió seguramente sus fastos más felices. Pero la vida de estas catedrales del siglo IX fue muy corta y su gloria, efímera. Porque a la muerte de Carlomagno la rápida desintegración de su imperio produjo cambios extraordinarios. En primer lugar, acentuó el decaimiento de las ciudades, puesto ya de manifiesto unos siglos antes con las invasiones bárbaras , que habían acabado con una civilización romana ya mortecina. Un siglo más tarde, el peso de las ciudades era casi inexistente en Europa occidental. Y sin ciudades no eran concebibles las catedrales. Por otra parte, con los sucesores de Carlomagno inmersos en luchas dinásticas se descuidaron asuntos públicos, sobre todo en lo que hoy son Francia y Alemania, y el poder político, atomizado, frágil, pasó de la monarquía a la nobleza.
Aquellos nobles vivían aislados en sus castillos y sometidos a una economía de mera subsistencia, que solo era posible gracias al servicio obligado de sus vasallos, alojados en tierras dependientes de su residencia. También en el seno del clero se produjeron cambios notables. Los obispos, muchas veces parientes o amigos de los señores feudales, vivían aislados en sus fortalezas. Casi siempre ajenos a las tareas pastorales de otros tiempos, se centraron más en las intrigas políticas y los negocios mundanos.
Respuesta:
En el Imperio carolingio hubo catedrales, como la de Aquisgrán, en la que el emperador vivió seguramente sus fastos más felices. Pero la vida de estas catedrales del siglo IX fue muy corta y su gloria, efímera. Porque a la muerte de Carlomagno la rápida desintegración de su imperio produjo cambios extraordinarios. En primer lugar, acentuó el decaimiento de las ciudades, puesto ya de manifiesto unos siglos antes con las invasiones bárbaras , que habían acabado con una civilización romana ya mortecina. Un siglo más tarde, el peso de las ciudades era casi inexistente en Europa occidental. Y sin ciudades no eran concebibles las catedrales. Por otra parte, con los sucesores de Carlomagno inmersos en luchas dinásticas se descuidaron asuntos públicos, sobre todo en lo que hoy son Francia y Alemania, y el poder político, atomizado, frágil, pasó de la monarquía a la nobleza.
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