porque dicen que chile es el segundo país con el peor estado de salud mental?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
espero que te sirva la información
Explicación:
an sido meses de muchas emociones, de llorar mucho, pero también de no tener tiempo ni siquiera para llorar en la ducha porque dejar sola a una niña tan chica como mi hija, que tiene 2 años y 7 meses, es casi un peligro público”. Así describe Noelia Rojas su cotidianidad desde que inició la pandemia y pasó de un puesto de funcionaria pública a ejercer en teletrabajo por más de un año y alternar sus funciones con la maternidad.
Rojas tiene 41 años y, debido a su condición de asmática, su jefatura decidió que debía continuar el trabajo que tenía en el área de comunicaciones del Ministerio de Medio Ambiente de Chile desde su departamento. Pero lo que al principio parecía una solución para mantenerla a salvo de la pandemia terminó por afectar su salud mental debido al encierro prolongado.
“Yo pasé mucho tiempo sin salir de la casa. Mi marido seguía trabajando presencial así que todo lo que se debía hacer afuera, lo hacía él. Hasta que un día me cansé y dije: necesito salir de acá a comprar algo aunque sea. Se me ocurrió hacerlo y no había nadie en la calle. Me dio angustia y me puse a llorar”, cuenta a la Agencia Anadolu.
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Como Noelia Rojas, actualmente hay miles de chilenos que batallan con el impacto que ha causado la crisis de la COVID-19 en su salud mental de acuerdo con una encuesta publicada por la consultora internacional IPSOS, en la que Chile aparece como el país de América Latina en el que más han empeorado los indicadores en este materia.
“Veníamos con un 2019 bastante acontecido con una crisis social que nos golpeó más fuerte y sorpresivamente que en otros países, como Colombia o Perú, generando una incertidumbre muy grande. Además, durante el 2020 Chile tuvo una forma de manejar los controles a la circulación y los controles sanitarios bien distinta a lo que ocurrió en el vecindario americano”, explica el director de márketing de Ipsos, Felipe Lohse, a la Agencia Anadolu.
Según los resultados de la encuesta “Un año del COVID-19” que fue realizada a 21.000 personas en 30 países, Chile supera a países como Brasil, el más afectado por la crisis sanitaria en América Latina, pero también a sus vecinos como Argentina y Perú, en donde la pandemia ha dejado casi el doble de fallecidos.
“Un 56% de los chilenos reporta que tiene deterioro de estos aspectos de salud mental, quedando en el segundo lugar a nivel mundial y separado de otros países latinoamericanos donde ha habido mayor impacto de la pandemia como Brasil, que tuvo 53%, o Argentina, que tuvo una de las cuarentenas más largas del mundo, con un 46%”, señala Lohse.
El impacto emocional de las cuarentenas
Durante el confinamiento estricto que vivió Chile a mediados del 2020 se empezó a registrar un deterioro de la salud mental entre los encuestados, un panorama que mejoró con la reapertura de finales del año pasado, pero que amenaza con retroceder debido a las nuevas restricciones impuestas por el aumento de contagios.
Campos señala que problemas como el desempleo que ha generado los cierres de la economía y el agobio de las deudas son factores que han incidido en temas como el insomnio, la ansiedad y la depresión, que aparecieron también reflejados en el Termómetro de la Salud Mental en Chile, hecho por la ACHS en conjunto con el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales.
“Hoy un 44% de la población chilena presenta dificultades para tener placer de las actividades cotidianas, un 38% presenta sospecha de depresión en algún grado y un 47% de los chilenos tiene problemas para conciliar el sueño o despertar antes. Estos tres grandes síntomas son muy parecidos a nivel mundial”, señala Campo
“Mi hija Sara habla muy poco, está con un retardo en vocabulario porque dejó de ir al jardín el 16 de marzo del 2020 y recién ahora está viniendo una profesora de ese jardín a hacerle clases dos horas al día, dos veces a la semana. Eso ha hecho que ella esté contenta, y se pone ansiosa cuando yo la preparo”, señala.
De acuerdo con el sondeo de IPSOS, todos los grupos etáreos se han visto afectados emocionalmente de alguna forma, por lo que ha sido difícil medir con precisión quiénes se han visto más impactados en su salud mental por la pandemia.
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Frente a las expectativas de futuro, el 56% de los chilenos cree que la pandemia durará entre cuatro meses y un año más, mientras que solo un 7% se muestra optimista en que la crisis se va a poder controlar en los próximos tres meses. Una cifra que representa la mitad de la percepción de optimismo que muestran otros países en el contexto latinoamericano.