porque decimos que Jesús constituye su iglesia al darle el Espíritu Santo
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Las palabras relevantes de Dios:
La obra del Espíritu Santo es una guía proactiva y una iluminación positiva, es no permitirles a las personas ser pasivas, trayéndoles consuelo, dándoles fe y resolución y permitiéndoles buscar que Dios las perfeccione. Cuando el Espíritu Santo obra, las personas pueden entrar de un modo activo; no son pasivas ni son forzadas, sino que son proactivas. Cuando el Espíritu Santo obra, las personas están contentas y preparadas y están dispuestas a obedecer y son felices de humillarse, y aunque sufran y sean frágiles por dentro, tienen la determinación de cooperar, sufren voluntariamente, pueden obedecer y la voluntad humana no las contamina, son sin mancha del pensamiento del hombre y ciertamente son sin mancha de los deseos y motivaciones del hombre. Cuando las personas experimentan la obra del Espíritu Santo son especialmente santas por dentro. Aquellos que poseen la obra del Espíritu Santo viven el amor a Dios, el amor a sus hermanos y hermanas y se deleitan en las cosas que deleitan a Dios y aborrecen las cosas que Dios aborrece. Las personas a las que toca la obra del Espíritu Santo tienen una humanidad normal y constantemente buscan la verdad y poseen una humanidad. Cuando el Espíritu Santo obra dentro de las personas, sus condiciones se vuelven cada vez mejores y su humanidad se vuelve más y más normal y, aunque algo de su cooperación pueda ser imprudente, sus motivos son correctos, su entrada es positiva, no tratan de interrumpir y no hay malevolencia dentro de ellas. La obra del Espíritu Santo es normal y real, el Espíritu Santo obra en el hombre de acuerdo a las reglas de la vida normal del hombre y Él ilumina y guía a la gente de acuerdo a la búsqueda real de la gente normal. Cuando el Espíritu Santo obra en las personas, Él las guía y las ilumina de acuerdo a las necesidades de la gente normal, provee para ellas de acuerdo a sus necesidades y las guía e ilumina de manera positiva basándose en lo que les hace falta y en sus deficiencias; cuando el Espíritu Santo obra, esta obra es de conformidad con las reglas de la vida normal del hombre y es sólo en la vida real que las personas pueden ver la obra del Espíritu Santo. Si en sus vidas diarias las personas están en un estado positivo y tienen una vida espiritual normal, entonces poseen la obra del Espíritu Santo. En tal estado, cuando comen y beben las palabras de Dios, tienen fe, cuando oran están inspiradas, cuando algo les pasa no están pasivas y, a medida que esto les pasa, pueden ver las lecciones que Dios les exige que aprendan y no son pasivas ni débiles y, aunque tengan dificultades reales, están dispuestas a obedecer todos los arreglos de Dios.
Respuesta: 2 El Espíritu Santo constituye la Iglesia
El libro de los Hechos es sin duda el libro por excelencia en la presentación de la Iglesia desde sus inicios en Jerusalén hasta que Pablo, el mayor "héroe" de la Iglesia primitiva, llega la principal ciudad del Imperio Romano. El libro nos ofrece además una panorámica de la vida y de la predicación de esta comunidad primitiva que ya en sus inicios fue llamada "cristianos". Nos muestra como desde Jerusalén siguió su expansión del Evangelio hacia Samaria, Antioquía, Asia Menor, Grecia hasta llegar a Italia. Es también en este libro donde vemos de una forma clara y eficaz que la Iglesia debe su origen y existencia
misma al Espíritu Santo. Al hablar de la Iglesia Primitiva, por supuesto que nos referimos a la Iglesia o comunidad del primer siglo, la primera comunidad de Cristianos, la cual cómo el mismo libro de los Hechos nos relata, tuvo su inicio en Pentecostés. Día en el cual los mismos discípulos de Jesús aguardaban todos unánimes el cumplimiento de la promesa .
Aguardaban conforme al mandato del Mismo Jesús, que les dijo que no saliesen de Jerusalén sino que esperasen la promesa del Padre (Hch. 1:4). Y así lo hicieron como nos relata Lucas en el libro de Hechos, y el día de Pentecostés el principio de vida fue impartido a la Iglesia, poniendo así el combustible a su motor para que empezara a funcionar y avanzar. Y mientras que la Iglesia exista aquí en la tierra, ese mismo Espíritu Santo continuará morando en la Iglesia y dándole la vida tan especial. "Jesús consideró a sus discípulos como el remanente de Israel que aceptó su proclamación del Reino y que después formó el verdadero pueblo de Dios, el Israel espiritual."
Los doce apóstoles elegidos por Cristo para dar inicio a Su movimiento, el cristianismo, ellos son los encargados a partir de Pentecostés de esparcir el Evangelio de Salvación al Mundo. El Espíritu Santo, que allí les fue concedido, es quién les dará la fuerza y la entereza para evangelizar. "Esta actuación del Espíritu del Señor tendrá una continuidad ininterrumpida en todo el tiempo de la Iglesia que entonces se inicia"
Una de las contribuciones importantes del Espíritu Santo a la Iglesia es constituida por el hecho que ha dado y confirma la Palabra escrita. Por medio de una intuición directa en el corazón del creyente el Espíritu Santo constituye una declaración de que Dios es el Autor de las Escrituras. Eso es lo que le da al cristiano la seguridad de que la palabra que es manual de su vida, la Guía de la Iglesia, es la verdadera Palabra de Dios, confirmada por Cristo y sellada por el Espíritu Santo.
Dios tiene una Iglesia sobre la Tierra, la cual está compuesta por todos los verdaderos cristianos. Esta Iglesia podríamos decir, es un organismo espiritual del cual es miembro todo creyente verdadero, sea cual fuere la afiliación a organización externa que tenga. Esta iglesia no es otra sino el cuerpo en el cual todos los miembros están vitalmente unidos, de manera que ellos no viven sólo por sí y para sí mismos, apartado de los demás, sino que están unidos unos con otros en un enlace real. A esta iglesia, se entra a formar parte por medio de Jesucristo, pues Él es la puerta (Jn. 10:9). Nadie entra en la iglesia sino por la puerta. "Pero fuera de la puerta, por así decirlo, está el Espíritu Santo, quien en forma soberana se acerca a ciertos individuos y los conduce irresistiblemente hacia esta puerta, y a través de ella, de manera que se conviertan en miembros de la Iglesia de Jesucristo."5 En otras palabras, es el Espíritu Santo quién establece esta Iglesia verdadera. Y esta naturaleza fundadora del Espíritu Santo así como el método que Él utiliza para establecer la Iglesia es algo que vemos claramente delimitado en las Escrituras, especialmente en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Si ponemos atención por ejemplo en el acontecimiento de Pentecostés (Hch. 2:1- 13), nos damos cuenta de que Lucas pasa a describir un acontecimiento que tuvo carácter constituyente en la existencia de la Iglesia primitiva. Escena de enorme trascendencia en la historia de la Iglesia nos narra Lucas en este capítulo del libro de Hechos. A esta escena, como a algo extraordinario, se refería Jesús cuando, poco antes de Su ascensión, avisaba a los apóstoles de que no se ausentasen de Jerusalén hasta que llegara este día (Hch. 1:4, 5).
Cuando se cumplieron los días: Esta introducción nos asegura que llegamos a una fecha importante en la historia lucana del pasado que dio existencia a la Iglesia. Con la misma fórmula se anunciaba el nacimiento del hijo de María (Lc 2,6) y la inauguración del viaje-éxodo de Jesús (Lc 9,51). Equivale, por consiguiente, a un indicativo que señala el principio de las etapas más importantes en la historia sagrada de Lucas. Aquí señala el terminus a quo para la nueva era de la Iglesia, inaugurada por el don del Espíritu.6
espero te sirva