porque Abraham confío en Dios doy corona
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Por qué Dios es amable y confía en Dios
Explicación:
Espero te sirva
Respuesta:
Abraham confió en Dios y dejó todo por una patria nueva. Pero su fe en Dios estaba lejos de ser perfecta. Titubeó y dudó a lo largo del camino. A pesar de que Dios es perfectamente digno de confianza, la fe requiere de tiempo para desarrollarse – conforme seguimos confiando en él.
Explicación:
Del mismo modo, Dios garantiza nuestro lugar en Su historia a través de Su acción unilateral para con nosotros en Cristo. Jesús estableció un nuevo pacto entre nosotros y Dios. Este se inició en su totalidad por Dios al igual que el pacto con Abraham. Está basado sólo en lo que Dios hace por nosotros, no en lo que nosotros hacemos.
En su momento más alto, Abraham respondió a las promesas de Dios con fe. Como resultado, Dios tuvo a Abraham como un hombre justo. La fe de Abraham se convirtió en un modelo para tener una relación con Dios. De la misma manera, nosotros también encontramos nuestro lugar en la historia de Dios por la fe en sus promesas.
Las bendiciones del nuevo pacto de Jesús incluyen el perdón de nuestros pecados, una relación reconciliada con Dios, pertenecer a la familia de Dios, y mucho más. Al igual que Abraham, recibimos estas bendiciones, no por la obediencia o porque lo merecemos, sino por confiar en la acción de Dios por nosotros – a través de la muerte y resurrección de Jesús.
Al llegar a ser parte de la historia de Dios al confiar en Jesús, seguimos en un camino de crecimiento de fe con todos los giros y vueltas de la vida. Pueda que te veas tentado a alejarte de Dios en tiempos difíciles. Más recuerda que puede llevarse toda una vida para desarrollar una fe profunda. Tu fe seguirá creciendo conforme sigas confiando en la fidelidad de Dios.
En resumen: La relación de Abraham con Dios resultó de la iniciativa de Dios. Dios lo buscó en primero. Dios comenzó la conversación. No sólo eso, Dios también asegura sus promesas. Dios le prometió a Abraham que sus descendientes poseerían la tierra donde Abraham vivió como extranjero. Pero una vez más, Abraham no estaba convencido. En respuesta, Dios se amarró a sus promesas a través de un pacto. A diferencia de la mayoría de los pactos, el acuerdo de Dios con Abraham fue unilateral. Dios no le puso ninguna condición a Abraham. Dios prometió su fidelidad, pero no le pidió a Abraham que prometiera algo a cambio. De hecho, durante la ceremonia de ratificación, Dios durmió a Abraham profundamente (Génesis 15:12). Es como si Dios firmó el contrato por ambas partes.