Musica, pregunta formulada por kwhuang30, hace 1 año

Porfa ayudame, lo necesito es urgente. Gracias​

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guadalulu199266: es verdad buscalo en internet

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Contestado por diegobabarro09
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Respuesta:

¡Hay va!

Explicación:

Al llegar allí, el muchacho plasmaba una sonrisa picaresca en su rostro mientras se acercaba, con espíritu infantil, a una máquina de escribir que sobre un escritorio lo aguardaba. Aquel periodista, con ganas de divertirse, empezaba a presionar las teclas a gran velocidad, relatando historias, narrando hechos, imaginando anécdotas.

Ese era el diario vivir de José Joaquín Jiménez, uno de los cronistas más importantes en la historia del periodismo en Colombia. Ximénez –seudónimo con el cual firmaba sus textos- se convirtió en un ícono periodístico en los años 30 al narrar sucesos de los bajos fondos de Bogotá.

Para Juan José Hoyos, uno de los maestros del oficio periodístico, Ximénez es el mejor cronista judicial que ha tenido Colombia. Las páginas del periódico EL TIEMPO alojaron en aquellos años las sorprendentes narraciones que la pluma de este travieso periodista plasmaba.

Ximénez, sin embargo, tuvo una particularidad: en ocasiones trabajaba con fuentes o con lo que veía en sus recorridos por Bogotá y otras veces se valía de su llamativa imaginación al inventar lo que informaba.

José Joaquín causó gran revuelo en Bogotá al narrar los robos de un bandido llamado Rascamuelas. También, Ximénez conmovió el corazón de los lectores de EL TIEMPO al publicar los poemas que un tal don Rodrigo de Arce dejaba en las ropas de los suicidas que se arrojaban a las aguas del salto de Tequendama.

Lo cierto es que estos dos personajes fueron una invención del travieso Ximénez. “Con esa capacidad para crear personajes, atmosferas y situaciones, debió haberse arriesgado a escribir novelas y cuentos”, afirma el escritor Sergio Ocampo Madrid.

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