¿Por qué si la política de control natal fue implementada desde 1970, China sigue siendo el país más
poblado del mundo?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Cuando hace tres años China puso fin a su política de un solo hijo, existía la esperanza de que las parejas tendrían un segundo hijo y contribuirían así a ralentizar el ritmo de envejecimiento de la sociedad. Pero como explica Yuwen Wu, analista de temas chinos residente en Londres, esa apuesta parece no estar funcionando.
La caída de la tasa de natalidad es uno de los asuntos sobre los que más se habla en China. Y la sensación de crisis es real.
Luego de pasar décadas intentando reducir el crecimiento de la población, la propaganda estatal ahora exhorta a las parejas a "tener hijos, por el país", lo que ha generado críticas en redes sociales donde se acusa a esta política oficial de ser intrusiva e insensible.
6 preguntas para entender la política de un solo hijo en China
Qué hay detrás de la "extraordinaria" reducción de las tasas de fecundidad en el mundo (y por qué los expertos no se lo esperaban)
Varias medidas están en discusión: desde extender el permiso de maternidad hasta ofrecer incentivos económicos en efectivo o a través de deducciones fiscales para quienes tengan un segundo hijo.
Algunos incluso piden que se eliminen todas las limitaciones al número de hijos que pueden tener las parejas.
Explicación:ara tratar de frenar el crecimiento de la población, la política de un solo hijo fue instaurada en 1979, un año después del inicio de las reformas económicas.
La medida fue aplicada de forma estricta sobre la mayor parte de la población, y quienes la incumplían podían ser multados, despedidos de sus empleos u obligados a someterse a un aborto y/o la esterilización.
Pero la tasa de fecundidad ya había caído una década antes.
Durante décadas, China se benefició del llamado bono demográfico -su numerosa población (casi una cuarta parte de los habitantes del mundo) le proveía de una abundante mano de obra- y de un balance favorable entre la población muy joven y gente de la tercera edad, lo que le permitía impulsar su rápido crecimiento económico.
Ahora todo eso está desapareciendo a una velocidad vertiginosa.
Para poder mantener su crecimiento económico y dar apoyo a sus ancianos, la población del país debe crecer en lugar de reducirse.
El fin de la política de un solo hijo en 2015 tenía como objetivo impulsar esto, pero los datos disponibles a la fecha indican lo contrario: pese a tener libertad para ello, los jóvenes no parecen querer tener más niños