¿Por qué sentimos frío, dolor, calor, hambre o sed?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El ser humano está rodeado de comodidades y de tecnología que funcionan como un colchón ante las adversidades de la naturaleza. Pero, ¿y si tuviera que enfrentarse de nuevo a la furia de los elementos? ¿Hasta dónde podría llegar?
La fisiología del organismo tiene trucos para adaptarse a distintos factores o bien tolerar un amplio rango de circunstancias. El cuerpo cuenta con mecanismos de defensa frente al calor (como la sudoración ), al frío (como la constricción de los vasos sanguíneos de la periferia), o la elevada altitud (como la producción de mayor cantidad de glóbulos rojos). Pero aún así, es evidente que el cuerpo tiene unos límites muy claros. Según recogió National Geographic, un hombre de 68 kilogramos de peso sería capaz de soportar las siguientes condiciones:
Calor corporal
La fiebre y la insolación excesiva pueden aumentar la temperatura corporal hasta niveles peligrosos. Una temperatura interna de 42 grados centígrados puede ser fatal.
Agua fría
¿Hasta qué punto se puede sobrevivir si nuestro barco naufraga en medio del Ártico? El agua fría tiene una gran capacidad para absorber el calor del cuerpo (de ahí que sea nuestro recurso predilecto para refrescarnos). De hecho, es capaz de robarnos energía 32 veces más rápido que el aire. Por eso, una persona puede sobrevivir apenas 30 minutos en agua a 4,4 grados centígrados. En esta situación, no se recomienda nadar , porque esto aumentaría la pérdida de calor.
Aire caliente
¿Qué pasa si hay un incendio o estamos en una mina y respiramos aire caliente? Los adultos pueden soportar temperaturas de 150 grados durante 10 minutos. Pero los niños pueden morir en pocos minutos en un coche con aire a 49 grados centígrados.
Altitud
Subir una montaña supone respirar aire más pobre en oxígeno. La altura máxima a la que las personas habitualmente pierden la consciencia está en torno a los 4.500 metros. Sin embargo, los individuos aclimatadas a elevadas alturas tienen mayor concentración de glóbulos rojos en sangre y pueden resistir tranquilamente.
Profundidad
Cada 10 metros bajo el nivel del mar la presión aumenta en cerca de una atmósfera. Los buceadores más experimentados lidian con ello: el récord de profundidad alcanzado por una persona en apnea ronda los 86 metros. La mayoría de las personas no entrenadas se desvanecería en dos minutos y a una profundidad de 18 metros