¿Por qué se utiliza el latín para nombrar el género y especie de los seres vivos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta: El sueco Carol Linneo, que vivió en el siglo XVIII, era una gran coleccionista e investigador de las plantas. Un día, analizando sus dispersas muestras, se dio cuenta de que la ciencia botánica necesitaba una verdadera clasificación. Con ella, no sólo cada vegetal, sino también cada animal tendría su propio apelativo que le diferenciaría de seres distintos y le enmarcaría en el mismo grupo que sus semejantes. Linneo decidió que, al igual que pasaba entre los humanos, al resto de seres les vendría bien un nombre para personalizarlos y un apellido para encuadrarlos.
Linneo estableció la clasificación binomial, en la que se incluye el género y el nombre propio de la especie. Como entonces la lengua franca, es decir, el idioma utilizado más comúnmente en toda Europa era el latín, el sueco eligió esta lengua.
El sistema que inventó Linneo todavía se utiliza, colocando de igual manera en primer lugar el genero de pertenencia y, en segundo, el nombre específico. Para escribirlo correctamente, el género siempre tiene que comenzar con mayúsculas, al contrario que el nombre. En el caso Homo sapiens, veremos que Homo se refiere a un género en el que se incluyen también especies como los neandertales o los australopitecos, mientras que sapiens es un sustantivo que define exclusivamente a los humanos. Linneo inventó la ciencia que clasifica a las especies, que se llama taxonomía. Se basa en una estructura jerárquica, en forma de árbol.