por qué se da una nueva constitución en Colombia
Respuestas a la pregunta
Explicación:
Contra estos objetivos se ha levantado hoy, tal como ayer, la contumaz crítica de la derecha que se opone a la asamblea constituyente para reformar la Constitución del ’80 argumentando su supuesto carácter “ilegal”, un “atajo” al “desorden” e “ingobernabilidad”, “innecesaria” y “desvinculada completamente de los problemas concretos de la gente”.
Cuando resulta muy descarado oponerse al proceso de democratización opta por encontrar “loables” sus principales objetivos y arremeten, entonces, en contra de la idoneidad ”técnica” de los medios, como lo demuestra su feroz reacción a la reforma tributaria del 1990 y a las nuevas propuestas en este sentido de algunos candidatos a las primarias de la Nueva Mayoría.
En la secular, escabrosa e inacabada historia de la democracia, desde su origen en Atenas hasta hoy, pasando por la Revolución Francesa, la universalización del sufragio y el Estado de Bienestar, siempre se ha podido observar el surgimiento de una ola “reaccionaria” que ha visto en las demandas de participación, efectiva inclusión de las mayorías en el sistema político y social y políticas de protección a los grupos menos aventajados, un retroceso, la ruina de la economía, el caos social y el desequilibrio político.
La oposición a la reforma constitucional —sea esta vía asamblea, u otro medio—, y aún a otros cambios de menor jerarquía jurídica, se traduce en una defensa ideológica del status quo, del orden neoliberal consagrado en la Constitución del ’80 y desembozada resistencia al avance del proceso de democratización y por lo tanto, de los valores en cuales ella encuentra su razón de ser: la realización histórica de los ideales de libertad e igualdad. La reforma al régimen neoliberal no constituye un cambio revolucionario, pero es un esfuerzo denodado por hacer menos injusto el capitalismo maduro, hoy en crisis.