Ciencias Sociales, pregunta formulada por neraysbarbosa1245, hace 4 meses


Por qué razón las ferias fueron importantes para la consolidación de los burgos?​

Respuestas a la pregunta

Contestado por gus123341
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Respuesta:

El reinado de los Reyes Católicos es una época fundamental en la Historia de España, en tanto que en aquellas décadas ocurrieron acontecimientos sociales, económicos y culturales que cambiaron el mundo. En lo concerniente a los aspectos comerciales, mercantiles y financieros, es preciso señalar que éstos adquieren una gran relevancia, en contra de lo que se pensaba hasta hace poco por parte de un buen número de historiadores. Este hecho ha sido analizado recientemente en varios estudios publicados a raíz del V Centenario de la muerte de la reina Isabel (26 de noviembre de 1504), llegándose a la conclusión de que en estos tiempos se produce uno de los momentos de mayor esplendor del comercio internacional castellano, desterrando de este modo la vieja idea de la existencia de una economía secundaria y dependiente de los focos productivos y comerciales europeos.

En primer término, hemos de tener en cuenta el gran dinamismo de la sociedad de la época, basado en un notable aumento de la población y, en consecuencia, de una importante expansión agraria materializada en el incremento de las superficies labradas, la aparición de nuevos cultivos y un gran crecimiento del número de cabezas de ganado (especialmente de la ganadería ovina, amparada por el Honrado Concejo de la Mesta). En segundo lugar, ha de resaltarse el gran desarrollo de las actividades preindustriales, especialmente las dedicadas a la elaboración de manufacturas textiles, del hierro, del cuero, etc., circunstancia que es clave para explicar el gran crecimiento que conoce el mundo urbano en estos tiempos, hasta el punto de llegar a establecerse una red permanente de villas y ciudades con una clara vocación artesanal y mercantil. El tercero de los pilares fundamentales de la economía de los tiempos isabelinos -al que nos referiremos más por extenso en esta ocasión- es la consolidación de un sistema de intercambios comerciales en ferias y mercados que habían aparecido siglos antes, pero aún carecían de los resortes fundamentales para conseguir una proyección más allá de los ámbitos locales; entre otros: su mayor duración temporal, el apoyo sin fisuras por parte de la corona (que las dotan de exención de impuestos y de medidas de protección y seguridad para las personas y mercancías), o la generalización en ellas de los nuevos instrumentos y técnicas de carácter financiero -letras de cambio, valores y títulos de deuda, bancas de depósito, etc.- imprescindibles para la negociación de mercancías de gran volumen y a mayores distancias.

Así las cosas, el contexto general europeo en que nos encontramos tiene dos focos primordiales de desarrollo económico-mercantil, organizados en torno a dos grandes territorios: las ciudades estado del norte de Italia y los Países Bajos. Venecia había desplegado un activo comercio con Oriente a través de los puertos turcos, sirios y del Mar Negro; mientras que los mercaderes genoveses, aunque habían participado en esta ruta, orientaban sus intercambios comerciales preferentemente hacia Occidente por su rivalidad reconocida con la ciudad de los canales. Por su parte, Marsella y Lyon desempeñaban un importante papel como centros mercantiles en el Mediterráneo occidental gracias a su privilegiada situación, conectando los puertos italianos con la costa mediterránea española y el interior de Francia. De otro lado, el comercio entre los Países Bajos y el Báltico resultaba de importancia trascendental ya que, además del grano, los países occidentales se abastecían de materias primas originarias del Mar del Norte, como la madera, pieles, cuero, carbón vegetal, cáñamo, lino, sebo y pescado, recibiendo a cambio, mediante la exportación, productos elaborados en los Países Bajos, sobre todo textiles, procedentes de sus centros manufactureros. Por último, hasta Portugal descendían numerosas naves bálticas a la búsqueda de sal, producto estratégico muy escaso en los países ribereños del norte de Europa.

Respecto a la economía interior, vamos a detenernos brevemente en algunos aspectos agroganaderos, en tanto que forman parte fundamental de los recursos comerciales de la etapa que estamos analizando.

Superada la crisis económica general que afectó a los reinos peninsulares durante siglo XIV, hacia el segundo cuarto de la siguiente centuria se inicia ya un período de cierta prosperidad, que en el medio agrario se traduce en el aumento de las superficies cultivadas, especialmente dedicadas a tres producciones: los cereales, que son la base fundamental del alimento de una población que crece imparablemente; el viñedo, producto de primera necesidad pero también muy ligado a una incipiente distribución comercial; y las plantas de aprovechamiento industrial, como las textiles, eslabón básico de un próspero mercado internacional.

por lo que entendi fue eso y pus

si lo

ven muy largo hagan un cacho de esto

ok bueno cuidense

pus espero y les serva bye :b

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