Por que puerto brisa no se hace responsable de la calidad de vida de los pobladores
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La construcción del puerto multipropósito en Dibulla (La Guajira) debe hacerse en otro sitio donde no cause daño a los ecosistemas ni afecte un lugar sagrado de los indígenas, es, palabras más palabras menos, la posición de los cuatro pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta frente al avance de este proyecto. Así lo manifestaron en un extenso documento que leyeron el miércoles ante representantes de organizaciones ambientales y de Derechos Humanos y medios de comunicación nacional e internacional, en el área donde se va a construir el puerto Brisa, en terrenos de la hacienda Santa Helena, en jurisdicción de Mingueo. Aunque la entrada a la propiedad de la empresa Brisa S.A. provocó un choque con algunos pobladores de Mingueo -que trataron de cerrarles el paso por la orilla de la playa-, alrededor de 400 indígenas lograron llegar hasta el sitio sagrado denominado Jukulwa, donde ancestralmente los mamos de la Sierra Nevada han hecho sus pagamentos. La intención era mostrar la afectación que el proyecto le ha hecho a un humedal de la zona perjudicado con la remoción de tierra de un cerro que, para ellos, representa una 'tranca' para evitar el paso de los males y las enfermedades. "Este sitio es muy importante para mantener la salud y para la conservación del agua y los animales. Nuestra obligación es proteger el corazón del Mundo, como consideramos el territorio sagrado de la Sierra Nevada", señaló Jaime Arias, Cabildo Gobernador de la Organización Indígena Kankuama. Trabajos paralizados Los trabajos del puerto se encuentran paralizados desde octubre del año pasado, tras la orden del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial a Brisa S.A. de no seguir con las obras hasta que las condiciones ambientales volvieran a la normalidad y se lograra una concertación con los pueblos indígenas para que puedan ingresar a practicar sus ritos sagrados. Pese a que en noviembre pasado hubo un primer acercamiento en Dibulla entre voceros de la empresa Brisa y las comunidades indígenas para llegar a un acuerdo, los nativos pidieron reunirse con el Gobierno Nacional por considerar que no fueron tenidos en cuenta para el otorgamiento de la licencia ambiental. Los indígenas aseguran que nunca fueron consultados sobre la construcción del puerto en el lugar que es de reuniones espirituales y de pagamento. Mientras que la empresa sostiene que tiene las actas en las que consta que ellos le dieron su aval al proyecto. El Ministerio del Interior, luego de una visita al área donde se levantaría el puerto, en marzo del 2006, determinó que por no haber asentamientos indígenas en la zona no era necesario consultar a las comunidades, pero terminó condicionando su construcción a la concertación entre la empresa y los nativos. El puerto que incluirá la creación de una Siderúrgica de Mingueo, una zona franca y una cementera, es visto como una oportunidad de empleo -generaría 3.500 directos y 15.000 indirectos- por los habitantes de La Guajira, principalmente, del área de influencia. "Este proyecto va a mejorar nuestras condiciones de vida, por eso esperamos que se llegue a una concertación que no perjudique a las indígenas pero que tampoco nos quite esta posibilidad", dijo Dionisio Gómez, poblador de Mingueo.
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