Por que no se puede establecer una posición perfecta para correr.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Por qué es Importante Mover Correctamente los Brazos al Correr?
Para ver la importancia del movimiento de los brazos al correr puedes hacer esta pequeña prueba: intenta correr 2 minutos con los brazos agarrados por detrás de tu espalda y te darás cuenta de que no te sientes nada natural ni estabilizado corriendo de esta forma. Seguramente también te des cuenta de que has necesitado realizar un mayor esfuerzo e
en tu tren inferior.
1. Cabeza y Mirada
Tu cabeza debe estar recta para mantener una correcta alineación con el tronco y la pelvis. De esta manera también conseguirás que el aire que respiras fluya de forma adecuada.
Tu mirada debe dirigirse siempre hacia el frente, nunca hacia tus pies, sino a unos 10-20 cm de tu posición. De esta forma, podrás ver bien el camino y sus irregularidades y te obligarás a tener el cuello firme y la barbilla elevada. Si bajas la barbilla y la mirada estarás cerrando levemente la tráquea y eso te va a impedir respirar correctamente.
2. Brazos, Hombros y Manos
Como ya te comentábamos en otro artículo en el que nos centrábamos en el movimiento de los brazos al correr, para un correcto braceo debes prestar especial atención a tus hombros, codos y manos. Te recomiendo que le eches un vistazo si necesitas mejorar especialmente este punto.
Tus brazos deben ir en paralelo y no debes cruzarlos, puesto que solo conseguirás un gasto energético adicional totalmente innecesario. Los codos deben estar flexionados unos 90 grados. Por un lado, cuando lleves un brazo hacia atrás trata de que se eleve hasta casi la altura del hombro, y por otro, cuando lo lleves hacia adelante trata de que se quede a la altura de la línea de tu cuerpo.
Los hombros son los que inician el movimiento pendular del braceo, pero deben estar relajados. No debes ejercer presión, ni tensarlos o encogerlos hacia arriba en ningún momento.
Finalmente, mantén rectas tus muñecas y deja que tus manos estén relajadas sin caer en la languidez o en la rigidez de los dedos. Apretar los puños, sobre todo en momentos de mayor intensidad, es un error habitual que debes evitar.
3. Espalda, Abdomen y Caderas
Tu espalda debe estar completamente erguida y debes mantener cierta presión en los abdominales, sin dejar que la zona lumbar se curve.
Con una postura adecuada de la espalda conseguirás compensar el movimiento de los brazos y de las piernas de forma correcta. Como mucho puedes inclinarte levemente hacia adelante, pero no demasiado, porque entonces es cuando aparecerá la fatiga.
La zona abdominal y lumbar, que forman parte del core, te ayudarán a mantener la estabilidad y el equilibrio mientras corres. Las caderas, que son la base del core, tienden a desplazarse de lado a lado al correr, pero ese movimiento no debe ser demasiado brusco. Lo más recomendable es que la pelvis se mantenga en posición vertical y que evites una excesiva rotación del tronco en cada zancada.
4. Piernas, Rodillas y Pies
Mientras que los velocistas necesitan elevar bastante las rodillas para conseguir un mayor impulso y una mayor potencia, los corredores de fondo deberán evitar elevarlas demasiado.
Una carrera de resistencia eficiente requiere una ligera elevación de la rodilla, una rápida rotación de la pierna y una zancada más bien corta. Si levantas las rodillas más de 30 grados, recuerda que corres el riesgo de padecer el Síndrome de la Cintilla Iliotibial.