¿Por qué no es bueno para el sistema de separación de poderes el abuso de
DN y U?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Los dos vectores coloniales
Una sociedad se define por sus conflictos y armonías[1], por sus puntos de encuentro y sus contradicciones. Su análisis nos permite “preguntarnos quiénes éramos cuando nos, llamaron americanos, y quiénes somos cuando argentinos, nos, llamamos…[2]”, y desde allí intentar despejar nuestras incógnitas.
Hay dos vectores que merecen especial atención, porque nos acompañan desde los orígenes con rango de nudo gordiano, a veces como encuentro y otras como contradicción.
El primero es la siempre apasionada discusión sobre un presidencialismo más o menos fuerte. Para los que creemos que “a principios del siglo XIX no éramos un pueblo por crearse, compuesto de gentes desembarcadas ayer y venidas de otro mundo para constituirse recién, sino que teníamos tres siglos de existencia[3]”, el acertijo se remonta a nuestra tradición jurídica profundamente hispánica[4], que trasciende en la figura del caudillo en los tiempos de la patria[5], y llega hasta nuestros días con figuras políticas marcadamente dominantes en cada época.