por qué México solicito préstamos para la industria petrolera
Respuestas a la pregunta
Respuesta:RESUMEN
El objetivo del artículo es analizar la compraventa de petróleo y sus derivados entre México y Estados Unidos desde 1943 hasta 1950, mientras estuvo vigente el tratado comercial que ambos países firmaron a finales de 1942. En el texto identificamos los productos involucrados en dicho comercio, las condiciones en las que éste se desarrolló en el marco del tratado, cómo evolucionó su intercambio durante el periodo y si hubo cambios en la concentración comercial a raíz del acuerdo. Asimismo, explicamos el porqué de dicha trayectoria en función de las necesidades de las economías mexicana y estadounidense y, con base en este caso, valoramos las oportunidades y limitaciones que trajo consigo el tratado de 1942. El artículo se fundamenta en estadísticas mexicanas del Banco Nacional de Comercio Exterior y la Dirección General de Estadística, en documentación mexicana y estadounidense de la época, sobre todo de carácter diplomático, así como en bibliografía secundaria. Se trata del primer análisis que se emprende sobre el comercio petrolero de México con Estados Unidos durante los años cuarenta, pues la bibliografía sobre historia del petróleo se centra en la expropiación de 1938 y en las negociaciones diplomático políticas posteriores.
Palabras clave: comercio; petróleo; México; Estados Unidos; tratado
Explicación:El comercio exterior representa uno de los rubros más importantes dentro de las relaciones internacionales. Lo que para un país son importaciones para otro son exportaciones, por lo que el comercio es una conexión entre economías en que cada una de las partes busca negociar a su favor modificando el marco legal y político establecido. Así, dentro de la historia económica, el análisis del comercio de las naciones nos permite conocer la vinculación entre política y economía, poder y mercados, intereses y decisiones. Es precisamente esta perspectiva multidimensional la que rescata el neoinstitucionalismo histórico e inspira, en parte, el presente trabajo.
El objetivo de este artículo es examinar una experiencia concreta de estas relaciones de poder, a saber, cómo se desarrolló la compra-venta de petróleo y sus derivados entre México y Estados Unidos de 1943 a 1950, y qué consecuencias tuvo para ambas economías mientras estuvo vigente el tratado comercial que ambos países firmaron a finales de 1942.
Durante la segunda guerra mundial el petróleo reafirmó su papel como un bien estratégico. Este contexto agilizó la resolución de la indemnización a las compañías estadounidenses expropiadas en 1938 y reactivó el comercio bilateral de petróleo, lo cual, en principio, resultó conveniente tanto para México como para Estados Unidos.2 Por ello, el tratado comercial de 1942 incluyó varias fracciones de bienes de la industria petrolera.
En consonancia con el papel estratégico que el petróleo tuvo en el ámbito internacional desde comienzos del siglo XX, el oro negro ha sido objeto de gran número de estudios históricos. Para el caso de México, la literatura sobre el tema es abundante. No obstante, la mayor parte de las obras se circunscriben a tres periodos: la revolución mexicana, la expropiación petrolera de 1938 y el auge exportador petrolero en la década de 1970. Sobre el primer periodo destacan, entre otros, los trabajos de Jonathan Brown, María Rubio y Stuart Baldrige; acerca de la segunda coyuntura, los textos de Lorenzo Meyer, Jesús Silva Herzog y Cecilia Zuleta; en torno a la tercera etapa cabe mencionar la obra de Olga Pellicer.3 La década de 1940 ha sido menos estudiada. Los textos que analizan el devenir petrolero en dicha década se refieren, por un lado, a las relaciones diplomáticas México-Estados Unidos a propósito del petróleo; por otro, a la industria petrolera mexicana y estadounidense, sin profundizar en sus transacciones internacionales; y, finalmente, al giro de la política petrolera estadounidense en el ámbito internacional. Los únicos estudios que mencionan el tema del intercambio bilateral, pero no lo desarrollan, son los de J. Richard Powell, Thomas W. Clash y un artículo de Susana Chacón, citados en la bibliografía. Por su parte, los estudios sobre el Tratado de 1942 ofrecen aproximaciones generales que sólo mencionan la cuestión petrolera; destacan en este grupo los análisis de Blanca Torres, Susana Chacón e Isabel Avella. En suma, las investigaciones sobre los años cuarenta que se han realizado hasta ahora se enfocan en los conflictos político diplomáticos y no explican qué sucedió con el comercio bilateral de petróleo.