por que los sacramentos son propuesta y respuesta?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Los sacramentos son propuesta de Dios y respuesta del hombre
Presencia Escolapia Veracruz Presencia Escolapia Veracruz
hace 5 años
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A menudo observamos que algunos ritos actuales hablan poco por sí mismos. Necesitan ser explicados. Y una señal que tiene que ser explicada, no es señal. Lo que precisa de explicación no es la señal, sino el Misterio contenido en la señal. A causa de esto el hombre de hoy sospecha del universo sacramental cristiano.
Pablo, en 1 Cor 11, 20-22, lo captó perfectamente: algunos vienen a la cena eucarística sólo para matar el hambre y saciar la sed. Esos pierden el sentido del sacramento. Celebramos la cena eucarística, no para matar el hambre, sino para festejar y hacer presente la cena del Señor. La acción de comer para matar el hambre y la de celebrar la última cena son la misma. Pero en uno y otro caso, el sentido es diferente. La acción cotidiana de comer es portadora de una significación diferente y simbólica. Esa acción constituye el sacramento.
Conviene, con todo, observar que los siete sacramentos no agotan toda la riqueza sacramental de la Iglesia. Todo cuanto ella hace posee una densidad sacramental, pues ella es fundamentalmente sacramento. Del mismo modo, la gracia no queda supeditada a los siete signos mayores de la fe. Nos alcanza bajo otros signos sacramentales: puede ser la palabra de un amigo, un artículo de prensa, un mensaje perdido en el espacio, una mirada suplicante, un gesto de reconciliación, un reto proveniente de la pobreza o de la opresión. Todo puede ser vehículo sacramental de la gracia divina. Poder detectar y acoger así la salvación bajo signos tan concretos, es obra y tarea de la fe madura, elaborar ritos que significasen y celebrasen la irrupción de la gracia en su vida y en su comunidad.
Los sacramentos son señales que contienen, exhiben, rememoran, visualizan y comunican otra realidad diversa de ellas, pero presente en ellas.
Contemplando una cosa desde dentro, no me concentro en ella, sino en el valor y en el sentido que ella asume para mí. Deja de ser cosa para transformarse en un símbolo y en una señal que me e-voca, pro-voca y con-voca hacia situaciones, reminiscencias y hacia el sentido que ella encarna y expresa. Sacramento significa, justamente, esa realidad del mundo que, sin dejar el mundo, habla de otro mundo, el mundo humano de las vivencias profundas, de los valores incuestionables y del sentido plenificador de la vida.
Comprender esta forma de pensar es abrirse a la acogida de los sacramentos de la fe. Ellos radicalizan los sacramentos naturales entre los que vivimos en nuestra permanente cotidianidad.
Al intentar contemplar los siete sacramentos a un nivel más profundo, estructural inconsciente, tropezamos con su verdadero significado. La elección de los siete sacramentos, realizada conscientemente en el siglo XII, no fue arbitraria. Articuló el sentido profundo expresado en los ritos sacramentales y en el carácter simbólico y arquetípico del número siete. Si consideramos con detención, los siete sacramentos traducen, al nivel ritual, los ejes fundamentales de la vida humana.
El 4 es símbolo del cosmos (los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire), del movimiento y de la inmanencia. El 3 es el símbolo de lo Absoluto (Trinidad), del espíritu, del descanso y de la transcendencia. La suma de ambos, el número 7, significa la unión de lo inmanente con lo transcendente, la síntesis entre movimiento y descanso, y el encuentro entre Dios y el hombre, es decir, el Verbo encarnado de Dios, Jesucristo. Con el número 7 queremos expresar el hecho de que la totalidad de la existencia humana en su dimensión material y espiritual está consagrada por la gracia de Dios.
Pero el sacramento no está solo constituido’ por la iniciativa de Dios. Es también res-puesta del hombre a la pro-puesta divina. Sólo en la acogida humilde del fiel, el sacramento se realiza plenamente y fructifica en la tierra humana empapada de la gracia divina. Tras la ceremonia sacramental, el fiel vive de la fuerza extraída de ella y prolonga el sacramento en la vida. La gracia lo acompaña bajo otros signos, llevándolo de búsqueda en búsqueda y de encuentro en encuentro, hasta un último y definitivo abrazo. Sin la preparación, el encuentro es formalismo; el amor, pasión; la fiesta, orgía.
El sacramento tiene un momento sim-bólico, el de unir, recordar y hacer presente. En primer lugar, el sacramento supone la fe.
El sacramento puede cumplir también una función dia-bólica de separar, escandalizar y conducir a desviaciones. El sacramento puede degradarse en sacramentalismo. Los sacramentos se emplean para expresar la adhesión a una fe, pero resulta que esa fe es algo sin consecuencias prácticas, es pura ideología; no modifica la praxis de la vida.
¿Cómo replantearías la vivencia de los sacramentos tal como hoy se administran? ¿Qué es preciso recuperar para que las personas cambien vida y actitudes y abandonen el sentido mágico?
Explicación:
espero te sirva :)
Respuesta:
Explicación:
Te proponen la salvación y responden con bendiciones,alegría y amor