Por qué los hechos del 9 de abril de 1948 recrudecieron la violencia entre los partidos políticos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Aquel mediodía de 1948, Plinio Mendoza, mano derecha del caudillo, tomó el brazo de Gaitán. “Jorge Eliécer, lo que tengo que decirte es muy breve”, le dijo antes de que notaran que Juan Roa Sierra, un joven del barrio Ricaurte, les apuntaba con un revólver. Apurado, el abogado liberal alcanzó a reaccionar tratando de correr de vuelta al edificio del Hotel Continental. Fue demasiado tarde: tres balas lo impactaron; dos en la espalda y una en la cabeza, hiriéndolo gravemente.
El corazón de Gaitán dejó de latir hacia la 1:45 de la tarde, en la Clínica Central. La noticia de su muerte se mantuvo en secreto mientras los liberales discutían el camino a seguir hasta que poco a poco la tranquilidad de medio día se convirtió en un volcán de pasiones incontroladas.
A diferencia de magnicidios posteriores como los de Rodrigo Lara Bonilla , Jaime Pardo Leal y Luis Carlos Galán , de quienes se supo sobre los autores intelectuales, en el caso de Gaitán el misterio aún perdura y ha inspirado las más variadas especulaciones e incluso y algunas páginas inolvidables de la literatura.
Por su trascendencia y significado en la historia colombiana del siglo XX, la muerte del caudillo es quizá uno de los hechos más investigados en la historia del país. Y aunque no hubo problema alguno para identificar al autor material, no hay consenso sobre la autoría material de este homicidio. Un mal que aún aqueja a la Nación: hechos excesivamente investigados pero pobremente resueltos.