¿Por qué los azúcares y las grasas se consideran fuente de energía?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Cuando consumimos alimentos, el cuerpo los transforma a través de los procesos digestivos, en compuestos simples que son almacenados en las células. A estos compuestos los conocemos como calorías.
Para liberar la energía que proviene de las calorías, es necesario que estas pasen por varios procesos digestivos que las transformarán en energía mecánica y se reservaran en las células musculares como ATP que el cuerpo aprovechará en cuanto lo requiera
A la hora de realizar actividad física, es indispensable encontrar buenas fuentes de energía que mejoren el rendimiento, favorezcan la quema de grasa y la tonificación. Dentro de nuestra dieta alimenticia podemos encontrar dos: los carbohidratos y las grasas.
Los carbohidratos son nuestra principal fuente de energía y los reservamos en los músculos en forma de glucógeno muscular, en el hígado como glucógeno hepático y en la sangre como glucosa. Estas reservas son limitadas y dan energía inmediata. Son indispensables para las funciones cerebrales.
Explicación:
Respuesta:
Cuando consumimos alimentos, el cuerpo los transforma a través de los procesos digestivos, en compuestos simples que son almacenados en las células. A estos compuestos los conocemos como calorías.
Para liberar la energía que proviene de las calorías, es necesario que estas pasen por varios procesos digestivos que las transformarán en energía mecánica y se reservaran en las células musculares como ATP que el cuerpo aprovechará en cuanto lo requiera
A la hora de realizar actividad física, es indispensable encontrar buenas fuentes de energía que mejoren el rendimiento, favorezcan la quema de grasa y la tonificación. Dentro de nuestra dieta alimenticia podemos encontrar dos: los carbohidratos y las grasas.
Los carbohidratos son nuestra principal fuente de energía y los reservamos en los músculos en forma de glucógeno muscular, en el hígado como glucógeno hepático y en la sangre como glucosa. Estas reservas son limitadas y dan energía inmediata. Son indispensables para las funciones cerebrales.
El tipo de alimentación y momento de consumo
Los carbohidratos son necesarios para mantener un peso y figura adecuados. Si los evitamos es posible que bajemos de peso, pero de manera inadecuada y ocasionaremos que el metabolismo se vuelva lento para quemar las calorías de manera eficaz.
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El mejor momento del día para consumir carbohidratos, y las calorías que estos nos ofrecen, es en la mañana, ya que es a esa hora donde nuestros sistemas están más activos. Por eso, es recomendable realizar una actividad física en las mañanas, consumiendo carbohidratos al menos 45 minutos antes de la rutina, y al final acompañada de una buena hidratación.
Antes de la actividad física: deben ser alimentos ligeros. Son ideales frutas como el banao y el mango, queso o yogurt y los cereales (maíz, arroz integral, avena, pastas).
Durante el día y después de la actividad física: ensalada de verduras y legumbres como las lentejas, arvejas, soya, garbanzos y fríjoles. Proteínas como pollo y pescado.
Las grasas por su parte, se almacenan en el tejido adiposo. Es una reserva grande e importante, pero más difícil quemar, por eso, cuando no se consume rápidamente, aparecen los famosos gordítos en varias partes del cuerpo. Tienen el doble valor calórico que los carbohidratos y nos ayudan a la termorregulación. A través de ellas se pueden aprovechar vitaminas como A, D, E Y K (liposolubles).
Las fuentes saludables de grasas son: carnes como el pescado, el cual debe ser consumido en mayor cantidad gracias a su contenido de omega 3, le sigue pollo (pechuga) y la res (cocinados o asados), en este orden de importancia, en almuerzo y cena. También se pueden encontrar en los huevos, queso, frutos secos (nueces, almendras, maní), mantequilla de maní, aceite de oliva, leche, derivados lácteos y aguacate. Se aconseja consumir durante el día antes de que anochezca y antes del ejercicio.
Intensidad y duración de la actividad física
A mayor intensidad (anaeróbico) es mayor la utilización de calorías que provienen de los carbohidratos. En cambio, para los ejercicios que son de larga duración y baja intensidad (aeróbico) como la caminata rápida y el trote, la energía proviene de las grasas.
Las personas que han realizado actividad física durante más tiempo y constantemente tienen mayor capacidad de utilizar las grasas como fuente de energía que las que no realizan, porque su cuerpo tiene su metabolismo activo. Tener un entrenamiento físico aeróbico produce adaptaciones, ayudando a transformar de manera más rápida las grasas en energía.
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