Por qué los aztecas en sus rituales sacan el corazón de las personas en sacrificio
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Respuesta:
El sacrificio humano practicado por los aztecas, o mexicas, despierta desde la incómoda aceptación hasta el repudio, la negación e incluso la censura, pues fuera del ámbito académico ha sido juzgado a partir de parámetros ajenos al mundo mesoamericano. Para entender esta práctica hay que explicarla desde el punto de vista de los antiguos mexicanos.
Los sacrificios humanos desempeñaron un papel muy importante en la cosmovisión de los aztecas. No sabemos con exactitud con qué frecuencia tuvieron lugar esos ritos.
Pero, igual que sin el sacrificio de Jesús no podríamos comprender el cristianismo, la religión azteca sería incomprensible sin reconocer estos rituales, de los que dan evidencia hallazgos arqueológicos, pinturas indígenas, algunos bajorrelieves en piedra, obras de evangelizadores y testimonios de cronistas españoles, como Bernal Díaz del Castillo.
Para los aztecas, el sacrificio humano se remonta a los mitos primordiales, al origen mismo del Sol y de la Luna. Según la Leyenda de los soles, manuscrito en náhuatl, escrito en 1558 y basado en un códice indígena hoy desaparecido, el mundo había tenido cuatro eras o "soles" que antecedían al que conocieron los aztecas. Con motivo de la creación del Quinto Sol y para propiciar su nacimiento, los dioses se reunieron en la ciudad de Teotihuacán.
La Leyenda cuenta que mientras Nanahuatl se arrojó al fuego y se convirtió en el Sol, Nahuitécpatl hizo lo propio sobre las cenizas, convirtiéndose en la Luna. Sin embargo, a pesar del sacrificio, el Sol permanecía estático en el cielo, y así transcurrieron cuatro días.
Cuando los dioses mandaron un mensajero para preguntarle por qué no se movía, el Sol respondió: "Porque pido su sangre y su reino". De inmediato, los dioses se reunieron para morir en Teotihuacán.
Una vez creado el Sol, los dioses se preguntaron quién habría de poblar la tierra, a lo que convinieron que los nuevos hombres fueran creados con los huesos preciosos que se encontraban en el Mictlán, la"región de los muertos".
Así, fue Quetzalcóatl quien llevó los huesos desde el Mictlán hasta Tamoanchán, donde los molió y los bañó con la sangre de su miembro. Inmediatamente después, los demás dioses hicieron penitencia para dar paso a la creación de los nuevos hombres.
Habiendo dado los dioses su vida y ofreciendo su sangre en favor de la Humanidad, era menester que sus deudoresreactualizaran el rito primordialy llevaran a cabo sacrificios humanos para ayudar al Sol en su tránsito por la bóveda celeste. Debido a este sacrificio, los humanos estaban obligados a pagar del mismo modo. Fue así como los corazones y la sangre humana fueron concebidos como alimento de los dioses.
Explicación:
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