¿Por qué la Sociedad de las Naciones no pudo frenar las pretensiones geopolíticas de las potencias como Japón y Alemania?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Hace 100 años, el presidente estadounidense Woodrow Wilson intentó impedir otra guerra mundial. Sin embargo, su propio país frustró su plan.
Tras la Primera Guerra Mundial, gran parte del mundo pasó a formar parte de una organización diseñada para imposibilitar que se produjera otro conflicto catastrófico. Era la Sociedad de las Naciones, una entidad ambiciosa fundada hace cien años este mes, y que pidió a sus estados miembros que garantizaran la seguridad y los intereses nacionales mutuos. Pero aunque nació tras el llamamiento del presidente estadounidense, Estados Unidos nunca fue un miembro de este organismo y la Sociedad quedó destinada al fracaso.
Tanto los comienzos como el desastroso final de la SDN empezaron en plena Primera Guerra Mundial, un conflicto que siguió enfrentando a las naciones mucho después del armisticio. En enero de 1918, el presidente Woodrow Wilson expuso un programa de paz idealista de 14 puntos diseñado para levantar la moral de los ejércitos aliados y hacer que la guerra pareciera insostenible para las Potencias Centrales. Wilson culpó a las alianzas secretas entre las naciones de haber provocado la guerra y pensó que para mantener una paz duradera, todos los países tendrían que comprometerse a reducir sus arsenales, disminuir las barreras comerciales y garantizar la autodeterminación nacional. El decimocuarto punto de Wilson demandaba la creación de una «asociación general de naciones» para garantizar la independencia política y la integridad territorial.
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