¿Por qué la Gran guerra o la Primera Guerra Mundial fue una guerra lenta?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
se debió a la reasignación de recursos en los países europeos para la producción de equipamiento bélico y a las dificultades de transporte producidas por la guerra. No todas las importaciones, sin embargo, declinaron de la misma manera: maquinarias para la industria, equipo ferroviario y materiales para la construcción fueron las más afectadas. La declinación de las importaciones favoreció a las industrias argentinas que utilizaban materias primas nacionales, pero su expansión fue lenta debido a la escasez de mano de obra, a la dificultad para importar maquinarias y a la suba de los precios de los combustibles importados que suplían la mayor parte de la energía consumida en la Argentina.
Explicación:
Respuesta:
Los cien años del inicio de la llamada, en su momento, "Gran Guerra", hasta que la iniciada en 1939 vino a cambiar su nombre por el de Primera Guerra Mundial, para terminar hoy transformada por la historiografía en "tragedia europea", ha significado la aparición de numerosos y heterogéneos estudios, textos y testimonios sobre la confrontación que en el Reino Unido muestra, a lo menos, dos grandes posiciones respecto del carácter de la evocación. Una de ellas es la de quienes sostienen que la Gran Bretaña está en todo su derecho a conmemorar -incluso celebrar- su épico triunfo, en una contienda a la que fue arrastrada por Alemania; la otra posición es la de los que, previendo las consecuencias políticas que en la actualidad y el futuro tendría situar a Alemania en un papel tan incómodo, prefieren un tono menos marcado por el acento en quienes tuvieron la principal responsabilidad en desatar el conflicto, y promueven una memoria centrada en el carácter de catástrofe que tuvo la guerra para todos los involucrados, salvando así de ofender a la potencia que hoy es Alemania1. Por lo demás, es una muestra elocuente de que toda historia es historia contemporánea -en el sentido que está condicionada por el contexto en que se produce- y que son las preocupaciones del momento, de los tiempos en que se escribe, las que darán el tono, los énfasis y en definitiva los enfoques y las interpretaciones sobre los que llamamos hechos, sucesos, procesos y personajes históricos. Todos los cuales, por lo señalado, así como lo son hoy, podrían dejar de serlo mañana; o bien ser objeto de reinterpretación de acuerdo a los imperativos de época.
La mayor parte de los estudiosos -entre ellos, los comentados más adelante- se decanta por la primera de las posiciones, que creen se ajusta a lo que efectivamente ocurrió a comienzos del siglo XX2; mientras que los políticos y sus cercanos prefieren una mirada más neutra, que haga comprensible que la guerra fue una tragedia común, como efectivamente lo fue.
Más allá de las causas y efectos de la contienda, tal vez los tópicos más llevados y traídos por los historiadores del conflicto, junto con su historia militar, son las nuevas sensibilidades históricas marcadas, por ejemplo, por la historia social, la nueva historia cultural, la de género y la de la vida cotidiana, abundan en las repercusiones que tuvo la conflagración para la población, relatando, explicando, acercándose cada vez más, entre otras cosas, a la lucha tal y como les pareció que fue a los que participaron en ella; existiendo notables monografías sobre los más diversos aspectos, en particular, relativos a las consecuencias sociales del acontecimiento. Todo, también, en medio del estímulo que recibieron los estudios de la memoria colectiva y el nacionalismo a raíz del fin de la Guerra Fría y el colapso de la Unión Soviética
Explicación: